lunes, 18 de mayo de 2020

Leonardo Gastón Herrmann



La noche es el mar donde naufragan las estrellas. Pequeñas, titilantes, son fragmentos del pasado. Si pensamos en el tiempo del universo, todo lo que nos rodea y todo lo que somos ya no existe. Somos fantasmas conviviendo con fantasmas, la luz es el reflejo de una lejana memoria. Y qué decir de la luna. Ella es el ojo del centinela.


Bienvenido Leonardo Gastón Herrmann a Claroscuro. 




Leonardo Gastón Herrmann, Buenos Aires, Argentina, 1975. 
Es poeta, artista plástico, docente, escritor y titiritero. 
Estudió en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, egresando en 1997 con el título de Maestro Nacional de Dibujo.
En 1996 editó la primera versión de su libro “La anónima resurrección del barro”; y, como titiritero, realizó numerosas funciones en diversas plazas y centros culturales. En 1997 se integró al Grupo Literario La Luna Que. En el período de 1997-1999 participó de numerosas actividades literarias, exposición de cuadros y reuniones de lectura. En 1998 se reimprime en la Colección Veintealas de La Luna Que “La anónima resurrección del barro”. En 1999 escribe su primera novela titulada “Escrito”, aún inédita. En el año 2000 se incluyen sus obras en la antología del grupo. En ese mismo año forma parte del II Encuentro Internacional de Poetas y Escritores en San Marcos Sierras y Cruz del Eje.
Publicó la novela “Crónica del ritual” en 2012. Y durante largos períodos trabajó en una serie de cuadros inspirados en la obra de Friedrich Nietzsche. En el marco de este trabajo, se adentró en diferentes aspectos de la vida y la obra del filósofo, filólogo y poeta de tal modo que, desde 2009, Gastón Herrmann diserta sobre su obra en distintas ciudades del país; son algunos de sus títulos: “Nietzsche, El phatos del mundo”, “Friedrich Nietzsche: El eterno retorno”, “Friedrich Nietzsche, aquí está el hombre”. Reside y dicta clases en la ciudad de Bahía Blanca.




Leonardo Gastón Herrmann
(selección de poemas) 

Espiral sagrado

“Toda repetición ritual de la cosmogonía viene precedida por una regresión simbólica al caos”.
                                                                                                                           Mircea Eliade

No existo si no me nombras,
mi cuerpo es una palabra
Vertebrada por las existencias.

Animal con misterio,
Incauto nombrador de las cosas
Dios de carne putrefacta,
de nicho sin estrellas,
de soles pagados por la sangre.

¿Tú has escrito mi nombre
en la piedra?

Todo es uno, en el caos
escatológico de los tiempos
donde se teje mi sombra.

Estigma caminante de la noche,
acopiador del destino escrito
en las entrañas de las aves,
Rey muerto del rebaño,
de la Jauría de Orión
descuartizando al monarca.
¿Tú has revelado en oráculos
de ceniza mi nombre secreto o infinito?

No ves que me disuelvo
Sin tu miedo, sin el grito
del macho cabrío en el aquelarre.

Andrajoso soberano de la patria
de los grillos y las osamentas,
profeta dual de las triadas matriarcales,
de las diosas que beben el plasma
de los recién nacidos, de las fértiles
Hembras lujuriosas que danzan
al borde de las hogueras.

¿Tú has dibujado mi rostro
en el silencio blanco del papiro?




Postales del genocidio y sus instituciones

Mercado

.
I
Una bolsa de huesos en el mercado
Especulación de las vísceras
gravedad de mi ojo cayendo en la burbuja.

.
II
Imperio del sistema,
agonía del papel y su monstruoso Dios
la úlcera es una cifra,
un cuerpo desmembrado
una bursátil mortaja
cotizando la intemperie.

.
III
Valor de mi corazón pudriéndose,
los profetas no pueden detener la tragedia
los mercados
subastan
los fragmentos de mi cuerpo.

.
IV
Ética del fenicio
descarnada ironía de la ignorancia
en los templos del capital
reclaman
un nuevo sacrificio.




Cimientos de la mediocridad

I
Imperio de la formalidad,
mazmorras del vacío silencio de los gritos y el orden,
claustro de cadáveres
que recitan la ignorancia.

.
II
Edificio derruido
monumento de arrogancia
bandera miserable sostenida por la sangre,
profetas de sabiduría paupérrima
gestados en la hipocresía.




CARTAS URBANAS 


CARTA NOVENA

Soy tu recuerdo.
Ángeles dormidos soñando a los viajeros.
Soy ese famélico apóstol de la ausencia.
Hijos de la tierra arrastran los cadáveres
de sus sombras.
Me he cruzado con mi vejez,
con ese niño prisionero del charco.



Triunfo de la muerte
“ο θάνατος είναι ό, τι βλέπουμε”
Heráclito de Éfeso

Pieter observa la esfera que invierte la imagen del mercader y su bolsa de monedas
los caseríos burgueses de Breda se extienden sobre la línea difusa del horizonte
las ventanas se fugan sobre ventanas
el presagio de la guerra se proclama con las campanadas que incendian el cielo.
En las esquinas
de los ojos
en la espesura
incierta donde
sepultan
las aves desorientadas 
por el temporal.
En la intersección
de los cadáveres
de los ángeles
donde el tiempo
gotea sus ácidos
granos que corroen
la inocencia.
En los vértices
laberinticos
de la noche de los bosques,
en el ancestral eco
donde las larvas
anidan en los cráneos
arrastrados por las espumas,
en la osamenta de las
estrellas que estallaron
hace siglos,
en el escatológico
alfabeto de los
oráculos de Dioses amasados
de cenizas
en cada porción
agónica del todo
engangrenado
esta la sombra de mi último grito.
En los galopes lúgubres
de los jinetes de la
peste con el esqueleto de sus corceles,
con las ruedas de los
crucificados en el horizonte.
En los extremados muros
de las fortalezas
humeantes asediadas
por los ejércitos
despiadados de las Erinias
donde las famélicas gárgolas
se alimentan de los
miembros amputados
por la espada.
En las barcazas que transportan a los hijos
de las plagas con sus
pústulas negras
y sus cruces rojas en el pecho.
En cada extensión de la lanza
que se incrusta
y traspasa
a los suplicantes
esta la sombra
de mi último grito.
En la mueca grotesca
de los juglares en el banquete
rodeado de ratas,
con el fétido aroma
de los campos de batalla
donde se pudren
los cadáveres al sol,
cuando los flagelantes
peregrinan llevando
los cuerpos de los niños
en las carretas.
En cada fragmento
ulcerado de mi patria
esta la sombra
de mi último grito.
Las campanas de Breda son una profecía
de marfil.
No triunfará
La muerte
aunque este escrito
y las parcas corten
los hilos de huesos

                                                                    Leonardo Gastón Herrmann

sábado, 2 de mayo de 2020

Hilda Inés Pardo


En este continuo oleaje que es la vida, nos atraviesan las palabras para darnos sentido. Es un cruce de caminos que nos lleva más allá de las orillas.

Bienvenida poeta Hilda Inés Pardo a Claroscuro. 




Hilda Inés Pardo

Licenciada en lenguas, abogada con especialización en derecho administrativo y poeta.
Pertenece a la Asociación Caucana de escritores y a la Tertulia Gloria Cepeda. Consejera municipal por literatura.  Ha publicado cinco libros de poesía. Un grito en el cielo es su última producción.




Hilda Inés Pardo
Los envolventes orilleros
(selección de poemas) 


EL CUADERNO DE LOS TRABAJOS

De tu éxodo me corresponde
la primera etapa.
Me toca un pedazo de tu recuerdo
que va de la primera vértebra 
a la segunda célula nerviosa.
Tus sueños enredados en una
rueca de silencios que habita
tus viajes de un cuarto a otro.
Los trajes alquilados y los deseados.
El reguero de palabras que ocultas 
debajo de tu cama.
Las mañanas porosas en el cuaderno de los trabajos.



ENCUENTROS

Pasa una muchacha de vainilla
un chico de melado
 una señora azoada de lavanda 
un hombre que transpira 
átomos de fahrenheit. 
El trafico loco de carbonatos
en la madera seca del renco
se balancea en la calle sudorosa
en una carrera de talcos y colonias.




VESTIDO CIFRADO

Hay unos vestidos misteriosos
difíciles de descifrar fuera del cuerpo.
Laberinto de tiras y boleros 
sin un comienzo, sin una salida.
Piel sintética que desafía el músculo 
en el gancho inestable.
Colgados como rompecabezas
se resuelven cuando una maga
les ordena adquirir la forma de su deseo.

                                                                             Hilda Inés Pardo