lunes, 24 de septiembre de 2018

Carina Sarmiento Rojas


¿A dónde nos lleva la vida? ¿en qué aguas calmará la sed?¿Qué tan hondo es el abismo?. Probaré mis alas.

Bienvenida Clementine Jude al Claroscuro. 


*¿Quién es Carina Sarmiento?

No sé bien quien es Carina Sarmiento, es algo que trato de responderme todos los días, pero aún no sé realmente.


*¿Quién es Clementine Jude?

En cambio sí puedo decirte quien es Clementine Jude. Es la chica que responde las preguntas que Carina es incapaz de responder, es quien pone la cara amable, es una suerte de Mr. Hyde que se la pasa abriendo la herida de la poesía.


*¿Cuál es tu definición de poesía?

La poesía es como un gran agujero negro, un inmenso vacío que solo se llena con más poesía.


*¿Qué te motiva a escribir?

No es que algo me motive a escribir poesía, es que siento que el poema llega así, sin anunciarse,
Como un fuerte dolor estomacal que no puedes parar con pastillas, como un ansia, es como un flashback en una cinta de Lynch.


*¿Cómo surge Poesía a Oscuras?

Poesía a Oscuras surge del ansia del que hablaba en la anterior pregunta, del vacío mismo de la poesía, de la indiferencia que existe en torno de ésta sobre todo en una ciudad como Ibagué en la que los espacios para este tipo de manifestaciones son más bien reducidos o están anclados a los dineros de la alcaldía y la gobernación. En Poesía a Oscuras le apostamos a un espacio independiente, constante, trabajado con las uñas, donde educamos a la gente para que lea, escuche e investigue acerca de la poesía. En este espacio se encuentran un gran número de personas que no son lectores consagrados de poesía precisamente pero que se llevan grandes sorpresas cuando descubren que hay un universo entero esperándolos y regresan y aprenden de los que si son grandes lectores y conversamos sin pretensión alguna de lo que vemos y sentimos. Poesía a Oscuras nace también de la necesidad de mostrar que hay gente que está escribiendo, gente joven que trabaja cada día un pan margo y disputado como escribe el poeta Jattin, que merece reconocimiento por asumir el riesgo de la escritura y que definitivamente no aparece en las grandes antologías de poesía del país, en ese sentido nuestro espacio es también una forma de resistencia a través de la palabra.


*¿Qué buscas en la poesía?

En la poesía me busco, a veces me encuentro otras me pierdo, pero la poesía también me encuentra y luego me expulsa, en ese des-encuentro me la paso.


*¿A dónde te ha llevado?

Ya no puedo concebir mi mundo lejos de la poesía, sin ella todo lo que hago perdería sentido, la poesía me ha llevado a soñar, al mar, me ha traído de vuelta a la tierra, me ha paseado por todos los sitios inimaginados y luego traído de vuelta desengañada del mundo.


*¿Por qué creer en la poesía?

Hay que creer en la poesía para no caer en el vacío que es.


*¿Hacia dónde va la poesía?

Pienso que la poesía podrá sobrevivir sola por la eternidad, así lo ha demostrado la historia, pues ha existido incluso sin que supiéramos que existía.  El problema concreto que yo veo es como se dice la poesía en la actualidad frente a una sociedad tan escabrosa y propagandística como la nuestra. Necesitamos de grandes poetas que llenen el inmenso vacío, que se comprometan únicamente a ésta labor y no a ser de ésta un objeto más de consumo.



Carina Sarmiento Rojas. (Mariquita, Tolima, en 1994). Estudia Licenciatura en Lengua Castellana de la Universidad del Tolima. Gestora Cultural, codirige el colectivo Poesía a Oscuras en Ibagué.

https://www.facebook.com/groups/poesiaaoscuras/


                                                          Imagen tomada de la página de Poesía a Oscuras 


Carina Sarmiento Rojas 
(selección de poemas)


Rutina

- Desayunar un poema
Sentir la acidez
De la naranja, 
Leer un cuerpo
En el chocolate.
Comerse un pan 
Llenito de cielos,
Empezar a respirar

- Cenar un poema
Sentir la carne de las doce
Sobre la del centro,
Contar los granos blancos
De los días negros,
Beberse el jugo de la vida
Estar en medio de todo

- Oncear un poema
Observar cómo crece 
El árbol de canela 
En el fondo
Del pocillo caliente,
Congelarlo con saliva
Inhalar el humo tranquilo
Del atardecer.

- Comerse un poema
Serenarse,
Ungirse con letras 
El cuerpo
Antes de dormir
Para soñarlo,
 Y volver. 


Oso de anteojos

En la pantalla el oso de anteojos
Parece más grande que en la realidad

Será porque en la pantalla
la realidad es más pequeña que el oso

Será que el oso es más grande que 
el reflejo de la realidad

Será que el reflejo de la realidad
no cabe en el oso

Será  el oso 
serán sus anteojos

O  O

¿Ven los anteojos del oso 
lo que no ven 
los ojos?

29/07/2017      



El corazón de la piña

Tu recuerdo, dentro del corazón de la piña, intacto, amarillosamente jugoso me provoca, se me antoja una tajada de esa carne, se me antojan esos ojos mirándome sin mirarme, persuadiéndome del cuchillo brillante, filoso, que quiere partirnos que pretende dividirnos. No. Para eso están las manos, la boca, para llegar al centro de todo

Pobre cuchillo… mi boca ya arde.

13/03/2018



El día de mi muerte

Lo único que me preocupa del futuro, es el día de mi muerte y no porque vaya a morir (porque a todos nos llega la hora), sino porque no sé a ciencia cierta si quienes lleven mi ataúd puedan con el peso de dos mujeres a la vez.  Me preocupa que se cansen justo en el puente y decidan tirarme al río, no imagino a los peces devorándose dos pensamientos, de inmediato querrían emigrar al mar y en el intento evidentemente morirían. Pero si los hombres que me cargaran tuvieran la suficiente fuerza para hacerlo, me preocupa saber que en mi tumba crezca un árbol de doble semilla, que dé doble fruto. ¡Delicioso, claro! pero letal para el hambre de los hombres.

Luego el velorio sería doble, poner dos velas, hacer dos oraciones, nombrarme dos veces, llorar dos veces, además tendrían que llamar a dos curas con anticipación para que en el lecho mortuorio nos confesara a ambas.

Me preocupa por último y como no hemos sido lo suficientemente correctas, que nos olviden dos veces, eso sería fatal para alguien doblemente muerto. Por lo que hoy 11 de julio de 2016 decido asesinar a una de las dos dejando libre de toda culpabilidad a la que ahora escribe.


11-07-2016


                                                                                 Carina Sarmiento Rojas 

jueves, 20 de septiembre de 2018

Juan Andrés Gutiérrez


La vida y su equipaje, las pesadas piedras, las tersas nubes, todo va con nosotros, en nosotros, todo hace parte del tiempo, nuestro tiempo, nuestro paso.

Bienvenido Juan Andrés Gutiérrez al Claroscuro 



*¿Quién es Juan Andrés Gutiérrez?

Juan Andrés Gutiérrez es poeta y docente de artes plásticas, licenciado en educación artística, especialista en gerencia de instituciones educativas con énfasis en legislación. Actualmente se desempeña como docente en el distrito. Creador del taller literario “mariposas negras” en el colegio Carlos Albán Holguín. Autor del poemario “canto de la bilis negra”. Director de ciclos de recitales como son: recitales góticos, poesía independiente y actualmente Hoja Negra. 


*¿Cómo defines poesía? 

La poesía para mi es un lenguaje, un puente entre el mundo de la idea y el mundo exterior (el mundo físico), ese lenguaje está impregnado no sólo en las artes literarias; también hace parte del teatro, de la música, del cine, de la danza. Es ese  puente el que comunica el mundo del ensueño con el mundo consiente, el mundo sutil con el mundo ordinario. 


*¿Qué te motiva a escribir?

La motivación más grande que encuentro al escribir un poema, es lo que siento al culminar, siento placer, me siento libre, siento descanso, disfruto hacerlo. Siento que algo cambia en mi cuando abordo la construcción de un nuevo verso, creo que es algo idéntico a la felicidad por así decirlo.


*¿Qué buscas en la poesía?

Busco poder explorar mi mente, mi yo interior, lo que tengo en mi cabeza y en mi corazón. Busco conectarme conmigo mismo por medio del poema.


*¿A dónde te ha llevado la poesía?

Me ha llevado a muchos lugares y a vivir experiencias maravillosas, mi primer evento lo realicé en casa de poesía Silva hace ocho años, desde ese tiempo he organizado más de ochenta recitales y he podido compartir escenarios que me han marcado el alma. Hoy algunos de mis eventos ya se encuentran en el archivo de Casa Silva “voces para el tiempo”. También he tenido reconocimientos, publicaciones, invitaciones, pero lo importante no es eso. Lo importante es que la poesía logró un cambio significativo en mi. Por eso contra viento y marea seguiré escribiendo y gestionando eventos.


*¿Por qué creer en la poesía?

La poesía, te explora,  te rompe desde adentro, es una pluma, una pequeña aguja agrietando tu ser, la poesía te devuelve una parte de lo que te usurparon. Te repara, es un acto terapéutico en una sociedad en que todos  se han endurecido por temor a ser heridos. La poesía es un espejo, es un refugio,  es la gran confidente. Creo en la poesía.


*¿Hacía donde va la poesía?

La poesía  permanece en manos de las nuevas generaciones,  llegará hasta donde los nuevos poetas y escritores permitan que llegue. Es necesario derrumbar paradigmas, dejar de creer que existe una sola forma de escribir, de componer, dejar de pensar que mi poesía valida las otras, las nuevas generaciones deben hacer de la poesía un acto abierto y tener una primicia: “TODAS LAS VOCES SON POSIBLES”.



Juan Andrés Gutiérrez:

Poeta, docente de artes plásticas y gestor cultural. Licenciado en educación artística. Posgrado: en gerencia de instituciones educativas, énfasis en legislación. Autor del poemario Canto a la Bilis Negra (2014), gestor y Director de ciclos de recitales como son: recitales góticos, poesía independiente y Hoja Negra. Ha gestado eventos en casa de poesía Silva desde el año 2008, como en diversos establecimientos formales e informales de la capital. Invitado al cuarto festival de literatura de Bogotá, ganador de la cuarta mención en el concurso de editoriales Cean (argentina), director de tribus urbanas para el concurso mundial de poesía y cuento pacifista (bajo el marco de la marcha mundial por la paz y la no violencia (2009),  invitado a la universidad distrital: a la semana de pedagogía infantil, bajo el marco de: (infancias recuperadas).  Sus  presentaciones han sido numerosas desde el 2008. En el año 2017 se inaugura el primer bibliocamp 2017 en la biblioteca de la universidad distrital sede de ingenierías con las lecturas de su poemario, el primer evento de poesía en el salón de ocio y la fantasía, llega de mano de Juan Andrés Gutiérrez en el año 2017. Actualmente organiza sus recitales en la universidad la gran Colombia, La aldea nicho cultural y diversos lugares. 

Selección de poemas

NAHUAL

Como un chaman
conjuro tu cuerpo,
fumo tabaco al norte y al sur
al oriente y al occidente
como los antiguos Sioux.

Penetro tu bosque,
que es selva amazónica
las vertientes tus piernas,
y el gran precipicio
tu sexo.

Soy Nahual en la noche,
convierto mi cuerpo en jaguar
o en cóndor y anido en ti,
en las emanaciones de tus senos,
la amazonia se inunda
en tu orgasmo,
los cedros tiemblan
y me hablan.

En  mi te coronas
como la gran diosa,
eres Bachué en la noche,
eres Huitaca el gran Búho
la serpiente emplumada
la Diosa desnuda 
en los campos de la nación Muisca.



¡Qué importa la estructura de mi casa y del poema!



Madero a madero levanto mi morada,
en ella, alzo las vigas talladas, 
vigas de un viejo sauce
que guarda aún en su vientre
un nido de termitas
un enjambre. 

En julio, 
el llanto de la mariposa pudre mis cimientos,
el batir de su ala resuena como un monzón.
levanta mi tejado.
agrieta los muros 
y los portones tallados.

¡Qué importa la estructura y la elocuencia!
¡Qué importa la estructura de mi casa y del poema!
cuando el tejado se abisma en mi cabeza,
cuando los adoquines saltan y golpean
cuando los pájaros de madera,
se clavan incesantemente,
que importa la estructura de mi casa y del poema.




Embrión de loto

El dolor dormita en la puerta,
mi alma descansa en los viejos maderos
mis ventanas permanecen abiertas,
mis ventanas son azotadas,
mis ventanas extienden sus sabanas
queriendo alcanzar el cielo vacío e insonoro

Ahora la termita abre su boca
una peste resuena en los orificios,
en mi arteria crepita el aserrín,
en el tejado los gatos recogen sus colas
son embestidos por un beso melancólico,
mi tejado tiembla,
mi tejado es sacudido por una viruta,
a veces suele un tornado levantar mis cimientos

contemplo la noche,
el dormitar de los papagayos,
observo las mujeres cruzar perseguidas por los faunos

Busco la tierra,
la tierra húmeda,
la tierra fría,
la tierra
y la pongo en mi sien
y sueño con un embrión de loto,
con un óvulo perfumado en astromelias,
con las voces sordas que vibran en el estanque

Sueño con manos ahogadas en cardos y abrojos
sueño ser tomado por la noche, acunado por la luna
Gritar al viento, el grito de todos los imbéciles,
de todos los austeros,
de todos los condenados a este mundo mal sano:

¡Por favor, por favor permítanme nacer de nuevo!



ALZEHIMER 

Olvido las llaves
al salir de casa,
olvido el nombre
del algodón que forma
dinosaurios en el cielo,
olvido el algodón,
su carácter blanco,
suave y puro…
una mota de polvo.

Olvido la calle y su nombre,
la placa de casa,
los pasos dados
la marca de mis pantuflas
azules,
no reconozco mi rostro,
ni la bata blanca,
áspera, 
ni la baba que cuelga 
en la comisura de mi labio.

No sé si nací en Viena
o en Praga,
si la prostituta que me acoge
es mi madre o una amante,
olvido todo, perdido,
como un cisne
ciego que es empujado
por la corriente al olvido.

Olvido… olvido…
Olvido hablar…

Silencio.



                                                                                Juan Andrés Gutierrez 

viernes, 14 de septiembre de 2018

David C


Una voz que se golpea, se dejar ir, rebota. Una voz que es la noche, es la boca de la noche, su mordida. 

Bienvenido poeta David C al Claroscuro. 



*¿Quién es David C?

Alguien, todos, nadie.


*¿Cómo defines poesía?

La muerte más cercana posible a la vida, en un sentido textual. La palabra que también es voz, una belleza extraña totalmente atormentada. Una única palabra que a su vez es silencio. Estamos hablando de la ausencia.


*¿Qué te motiva a escribir?

La misma motivación que anida en el pájaro que canta. Las preguntas por el Yo son inevitables. “Si el cobre se despierta convertido en corneta, la culpa no es en modo alguno suya”, sentenció Rimbaud en las famosas cartas del vidente, en la versión de Ramón Buenaventura. En éstos términos, sólo estoy comenzando “a partir de los horizontes” en los que otros se han “desplomado”.


*¿Cuál es el espíritu de cada uno de tus libros, hay alguno con el qué te sientas más comprometido?

La primer obra. Antes de ella, escribí algunas cosas sueltas, trabajos necesarios para la práctica, aunque cada trabajo constituye en sí mismo una práctica, el quehacer del «ars poetica»: Fragmentos de una lágrima. En definitiva, eso que llamamos espíritu en «mí» no es más que la percepción del mundo desde ese “mí”. Una individualidad extremada a tal punto que pasa al otro lado: al colectivo. De ahí la melancolía y los dolores de esta tierra. Un espíritu enfermizo. Esto también constituye una manifestación política: “No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma”, dijo Krishnamurti.


* ¿Cuáles son tus obsesiones poéticas?

La palabra. En el sentido de la forma. El contenido, el ideal, o el alma, no es nada sin la forma, y en el texto, lo único que tenemos es forma. La experimentación con la forma es a su vez ejercer una arqueología del mensaje.


*¿Cómo describes tu poesía?

Un descubrimiento desde la perdición. Un “mar tormentoso”, visualizando la pintura de Marcus Larson.


*¿Qué buscas en la poesía?

Quizás, un lugarcito en este mundo.


*¿A dónde te ha llevado?

A ningún lado. O si se quiere: a seguir viviendo.


*¿La poesía responde a las necesidades de una época, a un modo de pensar, de sentir, de relacionarse y comprender una realidad específica?

Sin duda. Aun sin ser Rolando Alarcón, Víctor Jara o Violeta Parra, el trabajo poético siempre responde a las necesidades de «nuestra» época, aunque ésta nunca es unívoca, el tiempo histórico converge. Lo mismo aplica a los modos de pensar, de sentir. La escritora (o el escritor), piensa y a su vez siente, pero no piensa ni siente sola, o solo. La soledad es imaginaria pero también es real. En este punto son ineluctables los modos de relacionarse. Cuando Wittgenstein dijo que los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo, está también hablando sobre esto. La realidad es irreal, diría Bunge, pero la especificidad de «una» realidad, es mía y tuya. Une no puede ser sin la otra. Como se irá previendo, este entendimiento implica la comprensión del mundo, y, por consiguiente, su consecuente transformación.


*¿Por qué creer en la poesía?

Creo que creer en la poesía es creer en la magia. En líneas con la respuesta que me precede, es creer en la transformación, pero más importante aún: creer en la posibilidad y por tanto en la acción del ejercicio de la transformación.


*¿Con qué palabra te identificas?

Voz. La voz no sólo efectiva, sino también, y en mi caso específicamente, en aquella que hace posible la lectura. La palabra muerta revive en cada lectura, y vuelve a morir cuando silencia, aunque siempre sea silencio. Es una ausencia constante que infiere un total sentido de la presencia. Es el camino que conduce a la paradoja.


*¿Hacia dónde va la poesía?

Hacia dónde va la vida: hacia la muerte y a seguir viviendo. La lucha constante de la palabra de la tiranía de las sombras del silencio ajeno al texto. Hacia el ocaso.





David C. Trabajador y estudiante, intermitente y aficionado, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, en los inicios de la carrera de Letras en simultánea con Filosofía. Publicó en la plataforma virtual de Editorial Planeta Alvi el 8 de agosto de 2014: «Versos de Babel» (escrito entre 2012 y 2013), y «Los 64 escaques» (escrito en 2014). Por la misma editorial, el 4 de enero de 2015: «Isósceles: Antología», que contiene tres pequeñas obras: «A las musas» (2014/15), «五禽戲» [El juego de los cinco animales] (2014), y «Fragmentos de una lágrima» (2012). 

También escribió, sin publicación: «Primavera y rosa y poder y fantasía» (2014/17), «La belleza del azar» (2017), y «403 Forbidden» (2017/18). 

Se encuentra en proceso de escritura: un depósito de poemas sueltos titulado «Expresiones» (2014...), de 337 páginas hasta la fecha; un depósito alternativo titulado «Impresiones», creado en el presente año (2018...); «Los 24 Caprichos» (2013/14/16...); «Diccionario Zaumnyj» (2018...); y «Weltschmerz» (2017/18...), a quien le dedica hasta la fecha mayor trabajo.


SELECCIÓN DE POEMAS 


De: Versos de Babel (2012)

Poetry

Todo artista es un poeta, porque hace poesía con su arte. El literato trabaja con las letras, el músico, con las notas; el escultor le da forma a su prosa, así como el arquitecto; el pintor trabaja con los pigmentos, plasmando su poema en el lienzo, y así lo hace el fotógrafo, trabajando con sus visiones y plasmando sus versos en la cámara, una vez encontrada la composición; al fin la obra encaja, y es un fragmento de totalidad, como una obra de teatro o una obra cinematográfica, o simplemente un soneto o una serenata. Puesto que al fin representamos al universo: la poesía absoluta. 


Patio 29

                                                                                                                                         Dedicado a NN


Sol y Luna, sangre y lamento tajeado entre el alba y el ocaso
Son los muertos del setenta y tres: más de dos mil espíritus lapídeos
Condenados a la injusticia y a un dolor eterno llorando al borde del olvido

Siempre quise una rosa blanca que reluciente surja de las tierras malditas
En las vísperas de truenos amarantos, bajo los colmillos del recuerdo,
A orillas de una pútrida memoria bastarda hija del amor y de la muerte

Andrajosos pájaros sepultados cantan desplumados su danza macabra
Árboles dementes en locura perenne sollozan un interminable otoño
Y fantasmas errantes sin rostro y sin sonrisa encadenados a la tumba
Cual sus flácidos corazones con clavos de plomo sujetos a la cruz

Silencio, silencio mientras las gotas caen al vacío; el olvido nos mira
El olvido nos recuerda como nosotros todavía oímos la protesta de la espada
Perdida en montes invisibles o en las vértebras de la columna que divide

Rompo el silencio, en silencio. No hay grito más fuerte que el aullido níveo
De un lobo triturado por las bombas y las metrallas de la perfidia repugnante
En los más secretos latidos de la noche que melancólica nunca olvida, jamás.



De: La belleza del azar (2017)


 Trascendental

Giran en torno a la visión astros de colores.

Hay palabras que no puedo nombrar porque me abarcan.

Alguien con mirada celeste me observa.

Fiel a la belleza el cielo a la mañana me abarca.

Días del porvenir abrazan la incertidumbre.

Lluvia

siempre fue mi corazón escenario
de veranos y tormentas,
hoy mi corazón está fuera.

el cielo está blanco, como mi futuro.
logro ver en el mañana sin embargo belleza,
pensamientos con formas de almohadas
acciones frescas.

es la representación de la tristeza,
no obstante no la encuentro.
veo nada
nada más que palabras silenciadas
formas ausentes
son las palabras que caminan con el viento
y una palabra se acercó a mí
y no me dijo nada.

la poesía académica es repugnante.
la institución destruye a los poetas.

permítanme que me diga:
los que tienen demasiada
conciencia de sí mismos,
saben que son miserables.
hay que matar  nuestras conciencias.

de palabras está hecha la conciencia.
todos estamos perdidos en
un mundo de palabra y vacío.

en la cordura habita una
sensibilidad cuerda
que nos permite hacer
el nudo para una horca.

la muerte es ningún lado.
los días en el mundo valen la pena por la lluvia.

la ebriedad es un estado supremo.

el espíritu de un poeta es dionisíaco.

pero me pregunto de todos modos
por qué cada gota de agua
parece un número y
por qué cada lágrima que un forastero oculta
parece una elegía no escrita en ningún lado…
por qué tengo que ser yo todos
si no soy nadie.



De: Fragmentos de una lágrima (2012)



II.

Podemos crear un paraíso en el infierno,
Disfrazarnos de ángeles e ir a jugar al cielo.
Podemos amarnos como niños y arder en un eterno.
Podemos, sí, rodar por el pasto entre mil besos.

Caer desde una montaña de caricias, en perfume Noctis;
Tierna lujuria bajo las infinitas velas del firmamento.
Besarnos en un castillo de arena o de fuego en la playa


A orillas del Río de la Noche, como amantes de la Luna.


VII.

El mundo del ataúd.
Laberintos enterrados
En la nocturna bóveda 
De madera de tabaco. 


3. I.

Es fácil seducir a alguien cuando no te importa. No menos complicado es perderse en el océano solitario, no obstante ahogarse, es otra cuestión. Débese preguntarse uno: ¿la horca es mi destino?, y fumarse ebrio un cigarrillo. – Ella es tan hermosa dentro de su burbuja, ¿cuántas lágrimas valen la pena en una tumba?, derribo estrellas con añejas guijas de lluvias de Lemuria, nunca un ripio. Hoy duermo con un amanecer en cada ojo y una pierna desnuda sobre el pasto, sobre la gleba de añiles esperanzas, esperando la tormenta. Cuánto tabaco habrá en mi corazón...




De: 403 Forbidden (2017)



ACCESS DENIED 

Estoy entregado a todos los placeres, 
el cielo no es para mí.
En la nube yacen los recuerdos
que toman formas extrañas.


ErrorDocument 

El sueño me invade
como un orgasmo
de cuchillos blancos.
El sol mira por el filo,
el espejo es una mira.
La piel de mi conciencia
despierta se abre.


What you can try: 

Dibujar los límites de la farmacognosia 
con drogas duras como el alcohol. 
Realizar la sinonimia de un mismo machón. 
Chatear con Leonardo Fucsia, 
pedirle que ponga la cámara
 para que nos muestre sus pétalo púrpuras. 
Ver El Show de Julián Assange.
 Hay pistas para el mundo de mañana. 

También puede aprender a no violar.
 Si es hombre. 
Puede aprender a no juzgar a sus compañeras. 
Si es mujer. 

Las acciones libres
 que no dañan a nadie
 no deberían ser juzgadas,
 así la rosa no debería 
ser arrancada de su jardín. 

Todos tenemos derecho
 a marchitarnos en un sueño.


                                                                                          David C

lunes, 10 de septiembre de 2018

Juan Carlos Acevedo Ramos

La vida es lo que sentimos nuestro, lo que creamos, en lo que creemos. La vida está hecho a nuestra medida, justa y precisa. Es la trascendencia de un verso, de una luz, de una sombra. 

Bienvenido poeta Juan Carlos Acevedo al Claroscuro. 

                                                                                                              El poeta y Zues

*¿Quién es Juan Carlos Acevedo?

Un lector, quiero responder sin ninguna pretensión. Uno que ha gastado sus ojos en las páginas de innumerables libros, en las historias de muchas novelas, en los poemas de tantos autores, en los cuentos de todos los tiempos. Uno que busca, a través de la palabra oral o escrita, hablar de esa pasión que es la literatura. Pero también soy yo, soy un hijo, un hermano, un amigo, un compañero y he dedicado mi vida a los libros: a su lectura, a su cuidado, a su difusión, a su escritura.


*¿Qué es poesía?

En una antología de poesía colombiana que reunió la Universidad Autónoma de México en su revista Punto de Partida bajo el nombre 12 poetas colombianos, escribí una suerte de poética, que creo puede ser la respuesta a esta pregunta: Hace años, cuando era lector de malos versos, pensaba que la poesía era una especie de magia, un truco con el cual un hombre sorprendía a otro a través de la palabra. Con los años y la lectura de versos mejores llegué a pensar que la poesía era una suerte de alquimia, según la cual un hombre convertía una palabra desgastada y llena de herrumbre en una bella palabra revestida de un nuevo significado. Ahora, cuando los años se sumaron a mi estatura y me enfrento solo y desprotegido a un libro de poemas, y leo unos versos como por ejemplo: “¿Quién si yo gritara, me escucharía entre las órdenes angélicas? Y aún sí si de repente un ángel me apretara contra su corazón, me suprimiría su existencia más fuerte. Pues la belleza no es nada sino el principio de lo terrible” del poeta Reiner María Rilke o unas líneas así: “Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos” / “Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos” —escritas por Vicente Huidobro—, he descubierto que la poesía (más que magia y alquimia) es un acto de deslumbramiento bajo el cual el hombre está subordinado al redescubrimiento del mundo. Y deslumbrarse ante el mundo cotidiano es resucitar en las horas de la noche y de la niebla. Tal vez por eso la poesía —en palabras de María Mercedes Carranza— “ayuda a vivir”.


*¿Por qué creer en la poesía?

Por una sencilla razón: La Poesía es la huella que los hombres de todos los tiempos han dejado en cada época de la humanidad. Es a través de la poesía que el hombre da testimonio de la existencia de sus dioses y de sus días en la Tierra. A través de La Poesía contamos la historia de todos nosotros.


*¿Qué poetas han influenciado tu voz?

Ahora, cuando el correr del agua bajo el puente ha pasado tantas veces sé que mi tono coloquial busca otras voces próximas y son muchas a las que debo agradecer, y aunque enumerar siempre supone olvidos, puedo nombrar en nuestro idioma a Roberto Fernández Retamar, Fayad Jamiz, Gabriela Mistral, Idea Vilariño, Roque Dalton, Héctor Rojas Herazo, Eugenio Montejo, en portugués a Carlos Drummond de Andrade, y tres o cuatro a los que regreso siempre en busca de enseñanzas: Jorge Luis Borges, León Felipe y Jorge Teillier, y no puedo dejar de nombrar a Walt Whitman en el idioma inglés que ayudó a liberarnos.


*¿Cuál es tu concepto sobre la actualidad de la poesía colombiana?

Uno favorable, muy favorable. Ajeno a discusiones de finales del siglo pasado, creo que en Colombia si existe una tradición en la poesía y en la actualidad nombres y obras de autores nuestros son reconocidos por la crítica, la academia y los lectores en muchos países que ostentan una tradición poética mayor. Las nuevas generaciones, las novísimas están en una búsqueda, uno lo puede notar en lo que escriben y publican, en lo que leen en festivales y encuentros, llegará su momento de consolidación o desaparición, pero las voces que nacieron cerca de la segunda mitad de siglo XX hoy recogen lo sembrado durante años muy aciagos del país y todas esas voces son nuestro referente, desde ahí podemos nombrar una decena de buenos poetas en Colombia y al decir buenos poetas están nombres y obras de hombres y mujeres por igual que han logrado ser puntos de partida para posteriores generaciones. 
Además hoy son muchos los premios y convocatorias que buscan dar valor al trabajo poético, se suman las editoriales universitarias, las independientes y poco a poco las oficiales que apuestan por la publicación de poetas, sin olvidar los festivales y encuentros que aumentan y no podemos dejar de nombrar las revistas (físicas y virtuales) que difunden la poesía colombiana cada día. 


*¿Qué tanto influyen la poesía y la lectura en la formación de valores en la sociedad?

No sé si la poesía o la literatura o el arte deba influir o no en los valores de una sociedad. Creo que un poeta hace lo que mejor sabe hacer: escribir y desde la lectura, un lector busca respuestas ajenas a valores, modas, sistemas. Pienso que en el fondo otras disciplinas podrían responder mejor esa pregunta.


*¿Con qué palabra te identificas?

Dije atrás que Whitman ayudo a liberarnos, por supuesto la palabra libertad me gusta mucho. Deberíamos tenerla como principio. Aunque  a menudo nos atamos, ¡qué complejos somos!. Ahora bien  libertad es algo así como la cualidad de ser libre. A su vez “ser libre” se emparenta con crecer y liberar y, acaso, ¿esas dos últimas palabras no son las que buscamos a través de la poesía?


*¿Cómo va el movimiento cultural y literario de Manizales?

Esta es la ciudad que habito a la que regreso y la que me gusta sentir y veo fuerte ambos movimientos. Aquí el teatro, la música y la literatura son muy fuertes, cada día y cada noche una agenda cultural se desarrolla y uno cree, en el fondo, que estas tierras de montañas y lluvia son propicias para que la movida cultural tenga éxito.  
En cuento a la literatura gozamos de todo tipo de manifestaciones, y la ciudad da cabida para todos desde eventos tradicionales (Feria del Libro y Festivales de Poesía y Literatura, por ejemplo), hasta nuevas apuestas de foros, seminarios, tertulias y clubes de lectura. Sumando el éxito que tienen muchos de nuestros escritores en el mundo editorial y de medios gozamos de buenos tiempos. 


*¿Hacia dónde va la poesía?

Hacia la resistencia. Recordaré que alguna vez dije: a la poesía no hay necesidad de defenderla. Sola ha sobrevivido a catástrofes, humillaciones, y gobiernos. En los peores tiempos de la humanidad se dejó ver en las paredes y los muros de las  grandes ciudades, en las libretas de apuntes de los estudiantes, en la piel de los adolescentes, en la música que inventaron.
Y con el tiempo, como su mejor aliado, supo dejarse descubrir en una canción de rock, en un mensaje que alguien cuelga en el muro de Facebook, en el trino que los usuarios de twiter hacen llegar a sus seguidores.

Tres  mil años después de que el gran Homero cantara para recordar a Helena y contarnos las hazañas de Ulises, o el inteligente Dante inmortalizara su búsqueda de Beatrice Portinari, o el sabio Rey Salomón nos enseñara las etapas del amor y el erotismo en su libro mayor El Cantar de los cantares, y Neruda en su Canto General nos dejara apreciar que nada es imposible para el hombre americano; hoy que el mundo es un sinfín de intentos fallidos, hoy cuando crucen la calle y piensen en los seres que aman o tropiecen con las cosas simples de la vida recuerden que ahí está La Poesía. 

Tal vez la poesía atravesará la calle vestida de miseria o convertida en un solitario perro. Quizá sea una bella muchacha con olor a jazmín y también se convierta en la furiosa luz naranja que -al final de la tarde- manche las fachadas de altos edificios y aún más, puede ser la delgada neblina que envuelve la infancia o la mano limpia de la muerte, entonces lo que verán será la historia de todos los hombres hecha poema y desde ahí la poesía será un acto de resistencia del hombre contra la fugacidad de los días.  


BIOGRAFÍA 

Juan Carlos Avecedo Ramos. Manizales, Caldas. 1973.

Ha publicado los libros de poemas Palabras en el purgatorio, Palabras de la tribu, Los amigos arden en las manos, Noticias del tercer mundo, Todos sabemos que el poeta es un fantasma y Los huéspedes secretos
Sus poemas hacen parte de antologías en España, Rumania, México, Uruguay, Perú, Chile, y Colombia. Ha obtenido los Premios Nacionales de Poesía “Descanse en Paz la Guerra” (Casa de Poesía Silva) y "VI Premio de Poesía Carlos Héctor Trejos".
Es autor del libro de historia Las letras que nos nombran, Revisión de la literatura del Viejo Caldas. En la actualidad es el Promotor de lectura y escritura de la Secretaría de Cultura de Caldas.



El veneno de los días 
(selección de poemas)


Tú me haces posible

Decidí cambiar los días por palabras
y mi mundo a dos tintas
vio hacerse la música cuando pasaste a mis páginas.
La poesía fue mi elección
-el insomnio me persigue desde entonces-
tú elegiste ser lámpara sobre el río del tiempo.
Habito una región entre el trópico y la selva
mi escudo es la palabra guerra
tu dices que no tenga miedo a la palabra corazón.
Desde niño mis manos cerradas
han sido puños certeros en el ojo del enemigo
hoy las abres para acunar tus miedos.
En mis días mejores
decidí habitar el territorio amorfo de la noche
ahora me das tu cuerpo tibio como hogar
para mis pesadillas.
Yo escogí la soledad,
tú pusiste un niño en mi camino.
Tú me haces posible.
Sin ti apenas sería poco más que un fantasma
que habita entre fantasmas en un país a medio nacer.
Y todos sabemos
que el Poeta es un fantasma
menos tú que me ofreces tu casa.
Así, sin pensar mucho en ello,
recojo agua entre mis manos
para lavar mi sombra y continuar.



Correo de la Noche

                                                                                       “En las noches vacías en que regreso,
                                                                                         todavía, me arrepiento de haberte arrojado 
                                                                                         tan lejos de mi cuerpo”
                                                                                                                              Ismanel Serrano

Bogotá,
el otoño se abre paso a través de la muchedumbre,
es hora del alumbramiento
y un tren herido se aproxima desde una esquina,
un tren –que es mi sombra o mi vacío- silba;
mientras una fina estela de humo me recuerda tu cuerpo,
altar donde, años atrás, oficiabas el Ritual de la Luna Llena.
Hoy es lámpara, fuego tibio para los días sin piel.

Esta ciudad siempre fue esquiva y hostil.
Te perdí en ella
como quien pierde la infancia después del primer beso.

En esta hora opaca
El Correo de la Noche trae noticias tuyas,
noticias que llegan en las voces de mendigos y de borrachos
los mismos a quienes daba un pan o una moneda.

Bogotá,
es la hora del deslumbramiento
y tu recuerdo viene a llenarme de preguntas,
a entorpecer mis palabras,
a hacer inútiles la música, el llanto.

El Correo de la Noche trae noticas tuyas

y una llama arde en el pecho.



Un tren silba para encender la ausencia

                                                                                                        “… aquí, en la Tierra, hace mucho
                                                                                                                                     comenzó a llover
                                                                                                            y me he extraviado -como tantos-
                                                                                                                                          en la soledad”
                                                                                                                                 
                                                                                                                                        Santiago Mutis

Rudimentario crece este amor
en el pequeño espacio en que habita tu voz. 
Llegas en la estación del pan,
y me recuerdas que el tiempo -ajeno y amargo-
es apenas un beso o una caricia 
en medio de los sueños donde siempre llueve.
Rudimentario y frágil, 
hecho de miedos y esperanza,
de soledades y puertos 
a donde llega la noche
recordándonos 
que es el último vagón 
de un tren 
que silba para encender la ausencia.
Rudimentario como el canto de los niños,
como el color de las astromelias
como tu sexo tibio donde está mi reino.

Crece entre calles sin nombre,
entre gentes grises de oficina 
y listas de mercado y goles en la tele.
Así, 
Elemental y cursi, 
subordinado y lleno de costuras,
veo pasar este amor, 
lo veo en el parpadeo del amanecer, 
en las gotas de leche derramadas 
en la frente de los hijos,
en el desespero y en el llanto 
y en silencio de la madre que eres.
Rudimentario como la piedra, 
como el árbol primigenio de Adán,
como el agua fresca de tu vientre. 
Este amor
hereje y cómplice,
compañero y verdugo.
crece 
mientras un tren silba
para encender la ausencia.




Conjuro para la ausencia

No sé dónde fue con el último estallido de la guerra.
¿Dónde estás? He olvidado tu país,
esa derrumbada nación del sur
donde la felicidad los sostuvo alguna vez.
¿Quién me asegura que sobreviviste al horror?
¿Dónde estás?  ¿Cuál es tu nombre?
Viene tu recuerdo a estropear
la débil paz en que creemos
y no puedo saber cuál es tu aroma.
Tal vez tenías una esencia azul, herbórea, andina.
Quiero olvidar ese olor a pólvora que mancha
los días en que la felicidad se asomaba bajo tu falda,
pero el olor de la guerra es lo único que queda.
Y con mis manos te invento
bajo un campo sembrado de café.
Estoy solo y me faltas
para ir al cine, a las canchas de fútbol,
a las reuniones familiares
donde odio jugar juegos de mesa,
para ir tranquilo a la cama y derrotar el insomnio,
para llenar mi corazón con tu sangre.
Digo hace falta. Y al pronunciar esas palabras
mis labios te reconocen y te haces lejana,
y mi sangre, que eres tú, se agita.
¿Dónde estás?

He olvidado tu nombre, tu aroma, tu voz…


                                                                            Juan Carlos Acevedo Ramos

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Ergoletrías





Colibrí 

Mi boca es refugio,
la vainilla oculta entre piernas.
Tú, girasol desnudo,
Yo, artista conjugado,
Humedezco de ambrosía.

En lo alto brota un desliz,
Son dos gotas,
las rozo hasta fluir.
La esencia me transporta al reino.
Con movimientos impacientes floreces para mí.

Reboso en todos los amores,
miro al cielo,
los pájaros alzan vuelo,
se pueblan las nubes,
se viene el invierno,
sobre ti cae la lluvia.

Camila Alejandra Gutierrez





Milagros 

Hay quienes creen en los milagros 
y hay quienes crean los milagros.
Lo milagroso de los milagros 
es que se producen, dijo Chesterton.
Lo milagroso de los milagros 
es que no se producen, contradijo Spinoza.

Yo no creo en los milagros. Yo creo en Milagros.
Milagros es la belleza hecha mujer,
la mujer hecha milagro.
Milagros es el milagro hecho para mí.

                                                                      José Ermides Cantillo Prada



Vereda 

En el árbol, además del fruto,
se mece el ahorcado.
Padre, ángel, poeta, deudor. No lo sé.
Contemplo el árbol, sus polvorientas ramas.
Calculo la distancia que existe
entre mi y el árbol. No hay pájaros.
Migraron a otros lares. El campo es inmenso.
La brisa inclemente y menuda va y viene.
El fruto del árbol es maravilloso.
Pruébelo antes de tensar la cuerda.

                                                        José Ermides Cantillo Prada 




Ángeles domésticos

En la casa hay ángeles que cortan el pan.
Uno no los ve, claro, pero que cortan el pan,. lo cortan. Y pellizcan el queso,
dejan el rastro de sus dedos en la mantequilla y apenas saborean la malteada.
A la entrada de la cocina les hemos construido una trampa enorme. Pero si acaso amanecen regadas sobre el piso unas escasas plumas.
Con una de esas plumas escribo este poema.
Uno no sabe de dónde vienen, pero vienen, siempre hambrientos.
Parece que una chispa de metal los crea, una simple moneda al caer al pavimento ardiente o a veces al aflojar un grifo saltan del ruido.
Se han tomado la casa y a veces no nos dejan nada que comer.
Ha aumentado el hambre desde entonces
Y la trampa no funciona para nada,
Unas sucias plumas que ya aprendimos a comer.
Les hemos untado el pan de veneno, pero tal parece que la muerte es para ellos el estado más 
perfecto de su inocencia.
No son tampoco ladrones a sueldo,
O deben serlo, a lo mejor, de esas artes de lo invisible. 

                                                                           Nelson Romero Guzmán 

                                                                                      


Ergoletrías 


Revista Ergoletrías
Año 2 No 2 Semestre B de 2014
Universidad del Tolima