La poesía se escribe desde el renacimiento, desde la renovación. A cada instante se muere, a cada instante se nace. Hay cosas que ya pertenecen al pasado, al olvido o al recuerdo, hay cosas que nuestras manos van a tocar por primera vez.
La vida, pese a todas las circunstancias, a todas las adversidades es un regalo.
La poesía anuncia con su voz, con su coro de voces la vida.
Bienvenido Fausto a Claroscuro.
FAUSTO MARCELO ÁVILA ÁVILA (Bogotá,1970),
empezó a escribir joven, en 1992 inició una relación de trabajo con la revista
Ulrika y con el Encuentro hispanoamericano de poesía. En 1994 Hizo estudios de
filosofía en la Universidad Nacional, en 1998, realizó la coordinación
editorial del libro Juego Limpio de la corporación Nuevo Milenio, ese mismo año
se empleó como escolta en una empresa avícola de Bogotá, En el año 2000 un
accidente de trabajo lo obligó a
pensionarse, en el año 2001 realizó el taller de poesía de la Casa de Poesía
Silva, bajo la dirección del poeta Juan Manuel Roca. A partir del año 2007
inició su experiencia en la pintura, la cual ejerce hasta el momento de manera
paralela a la poesía, en 2018 se publicó su libro “Pequeño Dios de la muerte”,
en versión electrónica e impresa, bajo el sello Editorial Babilonia, su obra
pictórica ha sido reseñada por varios medios de prensa del país al igual que
sus poemas y entrevistas en medios radiales nacionales e internacionales y
medios electrónicos.
*¿Quién es Fausto Marcelo Ávila Ávila?
Fausto Marcelo Ávila,
es un hombre soñador, un curioso de la vida; un hombre que ha vivido y ha estado
al borde de la muerte, y no pierde la capacidad de soñar y de curiosear; es un
ser que sueña poder llevar un universo en un poema. Ante todo, es un hombre en
formación, un aprendiz con enormes ganas de seguir aprendiendo.
*¿Qué representa la poesía en tu vida?
*¿Cómo es tu proceso creativo al momento de escribir?
Las ideas llegan,
imágenes y palabras que voy coleccionando en papeles y libretas; luego las
digito y con el tiempo vuelvo sobre ellas y cuando encuentro puntos de contacto
armo un libro. Escribir es un gran rayo que cae en mis dedos y se vierte en el
papel. Escribir no es difícil, el trabajo de escribir luego, borrar y quitar lo
que sobra es el verdadero trabajo, es la diversión de jugar con las palabras,
de encontrar música. Es un deleite.
*¿Qué poetas o escritores han influenciado tu escritura?
Bueno: son muchas las
fuentes en la que me he nutrido. Indudablemente quien marca mi inicio en la
poesía es Cesar Vallejo, cuando leí
Espergesia cerca de los 8 años en un libro de texto, mi cuerpo se crispo y dije
en mi mente " yo quiero decir cosas como esas de ese poema" y desde
entonces en medio de idas y vueltas llegué a conocer a los clásicos, los
españoles: Miguel Hernández, Lorca, Juan Ramón Jiménez, todo lo de los primeros
años de colegio secundario; con ayuda de un maestro leí a los ultraístas, a los
malditos, a Bécquer, y así me fui nutriendo, luego comencé a leer colombianos,
Ciro Mendía, Los nadaístas, posteriormente llegue por cosas de la vida a
conocer a los miembros de la revista Ulrika, con ellos conocí la poesía
contemporánea, y en el marco del Encuentro Hispanoamericano de poetas pude
conectar con escritores muy interesantes. Ahí encontré la voz de poetas
diversos. Por eso no puedo hacer una lista; me nutro de todo lo que puedo leer,
desde filosofía, mecánica cuántica, la misma Biblia y lo que llegue.
*¿Qué buscas y que has encontrado en la poesía?
Gracias a la poesía aún
estoy vivo. Aun pienso, y he conocido lugares y personas que han marcado mi
vida como los poetas Juan Manuel Roca, María Mercedes Carranza, José Ángel
Leyva. Gracias a estos últimos mi libro vio la luz en el 2018. Y hoy por hoy a
muchos jóvenes escritores que marcan vanguardia.
*También eres pintor, cuéntanos un poco sobre esto.
La pintura llegó a mi
luego de sufrir un accidente (un disparo en la cabeza) me desempeñaba como
escolta. Quedé con algunas secuelas: la epilepsia, durante varios años me sumió
en una cama, sin poder leer ni escribir, y ante este atoramiento comencé a
hacer pequeños dibujos basados en mis alucinaciones; con el tiempo le tomé amor
a esto de hacer dibujos; quise aprender más, estudio diariamente en el
computador lo que puedo sobre técnicas, dibujo, color e historia del arte. Me
di cuenta que mi trabajo era cercano al Art-brut o arte marginal de Dubuffet y los surrealistas.
Hoy en día recuperé la capacidad de leer y escribir y lo complemento con el trabajo de pintar a diario.
Hoy en día recuperé la capacidad de leer y escribir y lo complemento con el trabajo de pintar a diario.
Pequeño dios de la muerte
(selección de poemas)
Dos pequeños
Juguetean con sus risas,
Se esconden
En los laberintos
Del recuerdo
Recogen flores
De su jardín inventado,
Dos pequeños
Auguran
En un balde
De arena
Castillos y temores,
Canciones y soles
Aletean con sus sombras
Al aire de la tarde
Izan cometas
Con cola de trapo
Y patean
Pelotas ajadas
Heridas entre las rocas
Del viejo parque
Dos pequeños
Mi sombra y yo
Jugamos al escondite
En las grietas de la vida
Vinieron con las manos llenas
De un extraño licor
De su región
Con unas costumbres salvajes
Lúdicas
Lujuriosas
Vinieron a darnos el pan
De una ciencia nueva
Un arte
Más difícil
Que montar en bicicleta
Y se alejaron
Con sus manos llenas
Marcharon
Hacia otro lugar
En donde contaban
Otras historias
Y otros hombres sabían
Como lograr una
Música alegre.
A nosotros nos dejaron
Un sinsabor
En la boca
Por el East-river y el Bronx
García Lorca
Pasea la mirada
Entre muchachos
Que cantan
Enseñando sus cinturas
Por el East-river y el Bronx
Un hombre
Arrastra en sus ojos
El olvido
Nadie nunca sabrá
Que mítica bestia
Le lamía las heridas
De una ciudad
Sepultada
Bajo el olor a fábrica
Y sudores ácidos,
Por el East-river y el Bronx
García Lorca pasea su sonrisa
Dejándola caer
Con la furia del poema
OPTIMISTA
Se levantó con ganas de vivir
Se alzó sobre sus dos patas
Y se golpeó la cabeza con un mármol
Recordó que no tenía
casa donde lo esperara un plato de sopa caliente
Alguien con quien hablar
Solo era un hoyo
Dentro de otro hoyo
Un esqueleto atado al cuerpo
No quiso vivir más
Y decidió
Dejar caer sus pétalos marchitos
Para morir con dignidad.
Amanecí
Con la herida del sol
En el párpado derecho
El otro murió
En un combate
Con la luna pequeña
Un filudo cuchillo
A la mano
Energúmeno
De un solo diente
Pequeño dios
De la muerte
Fausto Marcelo Ávila Ávila
Hola, me gustaron mucho los poemas. Felicidades al autor por este arduo trabajo.
ResponderBorrar