viernes, 11 de enero de 2019

Stephanie Alcantar


Pesar las palabras, balancearlas en el silencio, mecer las lágrimas, arrullar los ojos que lloran. Nacer el poema, sentirlo dentro y luego darlo a luz.

Bienvenida Stephanie Alcantar al Claroscuro.



Stephanie Alcantar (Illinois, EUA/Durango, México, 1990)

Es poeta, narradora y ensayista. Licenciada en Matemáticas Aplicadas de la UJED y Becaria del PECDA en el área de poesía.

Publicaciones: 

 Los lirios contarán cuentos de hadas (2008)
 La incertidumbre también tuvo infancia (2009)
 Coreografía del miedo (2010)
 Teoría del olvido (2011)
 El orden del infinito (2013)
 El tamaño del vacío (2014)



Declaración de vuelo

He visto tus ojos
quedarse desnudos para dormir
he tocado tu sombra
cerca de un acantilado de silencios
y nada se compara
con la golondrina que salió de tus labios
el día que dijiste que era suficiente.


Soledades


Te digo soledades que pueblan los paladares y las llagas

que forman epígrafes con el celo de los pies en baile.

Te cuento soledades con los dedos de la mano

con la maraña de canciones que rellenan

los rincones azules donde no cabe el llanto.

Te digo soledades al azar

para que no sities la mía.


La construcción de la casa


Quisieron construir una casa.

Él comenzó escribiéndole muros en la espalda,

unió sus lunares y nació una frontera,

un terreno qué volver habitable.

Le alineó las venas,

las sacudió

y dibujó una escalera.

Ella le plantó ventanas en sus ojos

y él se quitó la piel para cubrirlas.

Él quiso encenderle un jardín en el vientre.

Ella sembró un sueño en sus pulmones.



Como un caracol

llevaron siempre su casa a todas partes.



Pero el hogar

el sitio que realmente tiene puerta y llave,

quedó del otro lado del olvido,

ahí donde los arquitectos desconocen el plano

y el amor corre entre las habitaciones

persiguiendo al futuro.


Nómbrame 

Escribe mi nombre para salvarme
con la sal que se adhiere a los barcos
con el murmullo de fantasmas que no has visto.
Sostenme con la forma de la espera
con un clavo vencido que haya sujetado una sombra
detén mi nombre contra  la puerta
para no salir
        en forma de  poema

                        como el vuelo de la gaviota.



                                                        Arbitrio

                                                       Acostumbrar el llanto:
                                                       poner el ojo sobre la llaga
                                                                           y obligarlo a derramarse.


                                                                               Stephanie Alcantar

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