sábado, 29 de diciembre de 2018

Aarón García Peña

Un viejo amigo al otro lado del Atlántico, silencios que vienen desde el otro lado del agua. 

Bienvenido poeta Aarón García Peña al Claroscuro.



Madrid, España, 1978.
Es presidente de la Sección de Literatura del Ateneo de Madrid,  miembro fundador y miembro del patronato de la Fundación Internacional de Derechos Humanos. Es gestor cultural y profesor de talleres de poesía en las bibliotecas del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.

Publicaciones: 

Tratado sobre la exégesis bíblica, (ensayo, 2005)
Cima expresiva de la palabra, (ensayo, 2006)
Machado: vida y flamenco, (teatro, 2007)
Cuidado, mancha (poesía, 2007)
Dios y sus cómplices (poesía, 2009)
Enciclopedia Poética de España. Volumen 8: Barcelona en el universo más cercano al nuestro (poesía, 2011)
Enciclopedia Poética de España:. Volumen 28: Los vertederos de la fama (poesía, 2013)
Con dos aes. Antología de primeras voluntades (poesía, 2016)


Premios: 

Premio de poesía 'Ojo Crítico' de Radio Nacional de España
Premio Poesía Joven de la Comunidad de Madrid.




Gobernabilidad fallida

Toda mi vida la he lanzado al aire,
azotado como a una vieja sábana,
y sólo me arrepiento de mi padre.


Toda mi vida es pie sobre la casa
de las cosas pequeñas y cobardes.
Y todo para qué, pues para nada,


para que el resto de mis horas pasen
besándole los pies a la esperanza
y sirvan para algo ya muy tarde.

De "Cuidado, mancha"



Mi propia perdición 

La falta de memoria es el peor
de todos mis obstáculos recientes.
Todo poeta pierde alguna vez
una idea sublime para un verso,
el lugar donde puso el adjetivo,
la palabra que tuvo que inventarse;
o descuida su nombre en cualquier párrafo
al lado de una imagen que ya existe.

La falta de memoria cambia el clima,
confunde a un asesino con un mártir,
hace creer al cura que es domingo
y al ateo que vive en democracia.

La falta de memoria es una joven
que sueña con besarme a cualquier precio.
Y aunque ahora comprendo mi pasado
no hay recuerdo capaz de consolarme.
Es tarde para ser alguien distinto.

De "Cuidado, mancha"


Atracado de por vida 

Caminando por el barrio de Hortaleza me encontré con varios delincuentes y extremistas radicales. Sucedió así:

Primero me topé con Dios, y le esquivé sin demasiada dificultad.

Después vino el mar, al que rodeé con dos rápidos movimientos de cadera.

Más tarde dí con los malos poetas. Éstos resultaron difíciles, los había por todas partes, pero seguí adelante.

Lo cuarto fue la muerte, pero me hice pasar por un dictador sanguinario. Crucé por su lado sin que me mirara siquiera a los ojos.

Ahora me persiguen Dios, el mar, los malos poetas y la muerte. Y no sé qué me da más miedo, si que me roben la bolsa o que me roben la vida.


POÉTICA

Al lector, o le aburrimos o le matamos. Un poema malo -de leerse- podría causarte un dolor de cabeza. Un poema bueno -de acabarse- podría matarte a ti y a todo ser vivo en un radio de siete kilómetros. La poesía no es sólo fin y medio de sí misma; el lector debe ser asesinado, pero con todo el cariño. Para éste fin exijo que cada verso merezca la pena el esfuerzo de leerse. En el mundo hay dos clases de personas: los ignorantes y los que no quieren serlo. Con la poesía pasa exactamente lo mismo: la hay que no sirve ni para dejarse la vista en ella. 

En poesía cada imagen es una defensa de la idea. Sin idea no hay poema. Sin imagen no hay poesía. Ya sea por medio de la idea o de la imagen - si no ambas -, el poeta sólo debe aportar lo que no existe, y ser él mismo hasta cuando miente. Así como sólo si un grano de arena irrita el tejido de la ostra, se forma la perla; sólo si el poeta es irritado debe escribirse el poema. Lo demás es lo de menos. 


                                                                             Aarón García Peña

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