La certeza de la vida a través de las palabras. El poeta Saúl Gómez Mantilla nos lleva a la contemplación, a ese estado de gracia donde el hombre se une y se comunica con El todo. Se aprecia y se reconoce a si mismo a través del otro, de lo otro. Una poesía tranquila, que invita a a maravillarse con la luz que se filtra por una hendija y se deja ver en su esplendor, en su sencillez.
Bienvenido Saúl al espacio Claroscuro.
*¿A dónde te ha llevado la poesía?
La poesía me ha permitido viajar, estudiar y conocer gente de todo el mundo. Yo crecí en Cúcuta y fue gracias a un premio que gané en el 2001 que pude iniciar mis estudios de literatura en la Universidad Nacional. La poesía me dio confianza y la fuerza para luchar por mis sueños. Mi trabajo es un regalo que me dio la poesía, ya que la lectura y la escritura se convirtieron en una actividad tan cotidiana que con eso me gano la vida.
*¿Qué papel desempeñan los poetas en las transformaciones sociales, especialmente en éste momento histórico y definitivo que estamos viviendo en el país?
Considero que la poesía y los poetas son objetos de transformación social. Que el lenguaje y la inteligencia deben ser puestos al servicio de la sociedad. No quiero decir que se deba escribir de tal modo o para apoyar determinada causa, pero sí creo que el poeta es hijo de una época y debe dar cuenta de ello. Porque la poesía nos da esperanza, es un alimento para tiempos oscuros y para situaciones difíciles.
*¿Hacia dónde va la poesía?
Creo que la poesía colombiana está rompiendo sus ataduras, que se está liberando de viejas taras y concepciones sobre la forma como se debe escribir y sobre los temas. Que al final del siglo XX y estos primeros años del XXI, le han dado al país algunos de sus libros más bellos, que son producto del equilibrio entre la emoción y la reflexión, entre la pasión y la inteligencia.
*¿Cuál es el panorama de la naciente generación de poetas colombianos?
Son poetas más arriesgados y conocedores de su oficio. Asumen la escritura como una labor que requiere entrega, estudio, crítica. Que se valen de los medios para alzar su voz, para cuestionar y para generar otras formas de verse a sí mismos a través de la palabra. Tengo fe en los futuros libros, sé que saldrán a la luz textos bellísimos, que nos llenarán de asombro y darán nuevos rumbos a la poesía colombiana.
* Por qué escribir poesía?
Para no morir, por eso se escribe. Porque se tiene esperanza. Porque se cree en el futuro. Por curiosidad, por ese embrujo que posee el lenguaje y que nos transforma, que nos refleja y nos permite ser. Porque es lanzar una flor al vacío, esperando que el estruendo de su caída, el contemplar ese hecho inusual e insignificante, nos deje ciegos ante tanta belleza.
*¿Qué has encontrado en la poesía?
La poesía me ha permitido encontrarme a mí mismo, en cierta medida me ha hecho más apacible, más contemplativo y reflexivo. Es una constante búsqueda para responder a las dudas que tenemos a diario, y para no sentirnos solos. La poesía es compañía, es traer por medio de las palabras a nuestros amigos y seres que amamos, no importa si están vivos o muertos, mientras sus palabras sigan allí, ellos continuarán dialogando con nosotros. Como lo haremos nosotros, cuando solo nuestras palabras sean el rastro de nuestro corto trasegar.
*¿Cómo es tu proceso de creación poética?
Escribo poco, voy acumulando palabras, sonidos, que luego escribo en hojas sueltas. Luego de un tiempo, transcribo esos textos en el computador y los dejo dormir. Pasados algunos meses vuelvo a ellos y los transcribo a mano, me gusta escribir a mano, sentir el papel, como aparecen en las hojas las palabras y como se empieza a ver el poema, su forma visual. Nuevamente los dejo dormir, como olvidándolos. Después busco una forma, una especie de contenedor para que tanto el contenido como su aspecto sean armoniosos. Y así se va gestando un libro, luego los poemas se van organizando y dialogando entre sí, uno tras otro como en una fila, de modo que exista entre ellos una relación, como si necesitasen del otro para estar completos. Con el paso de unos años, esos poemas forman un libro, que busca distinguirse de los anteriores.
*¿Cuál es la intención de la poesía?
Para mí la poesía es una forma de hermanar, de ser con los otros, en este caso con los lectores. Me gusta la poesía que reflexiona y que puede transgredir, que busca una manera distinta de decir las cosas. Me gustaría que los poemas fuesen como las canciones, que pudiesen ir de boca en boca, como una oración, esa es una intención que he buscado, pero no he logrado. Que la poesía pueda ser cantada, por así decirlo, que nos atraviese, nos impacte y no podamos ser sin ella. Claro está, sin que las palabras pierdan su poder de reflexión, su profundidad y la posibilidad de llegar a ciertas zonas del alma o el espíritu, que están ocultas y que pueden ser iluminadas por la magia de las palabras.
*¿Cuál es el alimento de tus poemas?
Leo mucha novela, cuentos, teatro, ensayo. Busco en las historias y los personajes, pasajes que me permitan imaginar otras posibilidades del mundo y de la vida. La poesía se nutre de la vida y del arte, del cine, la música y la pintura, es como una forma de experimentación, de buscar sensaciones, ya sea en las conversaciones ajenas, en los hechos bellos o terribles que ocurren a diario, todo es susceptible de ser poetizado, de ser tomado por las palabras y convertido en poema, y de allí ser poesía, hacer parte de la memoria de cada uno, de quien sienta que en ese poema algo suyo habita, fue revelado.
*¿Cuáles poetas han influenciado tu estilo, tu pensamiento?
Hay poetas y libros que releo constantemente, es como si volviese a un lugar que extraño, que añoro. A veces es la necesidad de cierto verso, de algunas frases que puedan darme luces, o sosiego. Disfruto tanto de los clásicos como de los libros más contemporáneos, de esta forma releo La divina comedia y El aullido; La tierra baldía y Primero sueño. Pero sí tengo mis poetas de cabecera, que son muchos: Eliot, Montale, Dickinson, Pizarnik, Gaitán Durán, Rilke, Ginsberg, Ajmatova, Rimbaud, Shakespeare, Quevedo, etc.
El invitado
Saúl Gómez Mantilla (Cúcuta, 1978). Poeta. Profesional en Estudios Literarios. Especialista en Creación Narrativa. Docente y Promotor de lectura. Miembro fundador de la Red Nacional de Estudiantes de Literatura, REDNEL.
Ha publicado los libros de poesía:
Ideas de viaje (2003)
Lección de olvido (2007)
Rostro que no se encuentra (2009)
El amor y la palabra (2012)
Ha publicado las antologías de poesía:
OPNI, Jóvenes Poetas de Cúcuta (2002)
La sombra y el relámpago, poesía viva de Norte de Santander (2011)
Palabras como cuerpos, poemas en memoria de Edwin López, Gerson Gallardo y Tirso Vélez (2013)
Con motivo de las efemérides de poetas colombianos publicó las cartillas conmemorativas:
No pudo la muerte vencerme, Jorge Gaitán Durán 50 años de ausencia (2013) y Sueños Cotidianos, Eduardo Cote Lamus, 50 años (2014).
Ha obtenido los siguientes reconocimientos:
II Concurso Nacional de Poesía Joven
XI Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2001
Premio Estimulo a la Joven Poesía Colombiana
XVI Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2006
Primer Finalista Xi Concurso Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus, 2007
Postulado por Colombia ante La UNESCO al Premio Mundial de Poesía Puentes de Struga, República de Macedonia, 2010.
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