El adiós
Al
amanecer
estaba
dispuesto
tu
equipaje.
Embalados
retazos
de
días
desiertos.
Ningún
vestido
para
la
soledad.
Ninguna
flor
o
talismán.
Una vasija
estampada
de abismos.
Alma de ceniza
He llamado, he llamado.
Nadie pasa.
Están solos
los pájaros
y el viento.
Mi risa se ha enojado
con el mundo.
Los guardianes del infierno
han roto mi voz.
Sólo el viento.
Dibujo
Un instante
de desnudez.
Una rendija
para asir
el instante.
El alma
de la desnuda.
Y entonces
después...
La tinta,
el lápiz.
Las manchas
celebran
el viejo
oficio
de dibujar
lo que
es
ya
agua.
De aire
Ella
era
de aire.
Nadie
pudo
alcanzar
su voz.
El sonido
enterrado
en cada
campana
caída.
Ya nadie
puede tocar
su abismo.
Todas
las manos
son impuras.
Gisele León
No hay comentarios.:
Publicar un comentario