jueves, 3 de agosto de 2017

Flavio Crescenzi. La entrevista

Los cimientos de la humanidad descansan en la expresión y manifestación de lo que piensa y, sobre todo, de lo que siente. Las palabras otorgan vida, nos crearon, siguen creando.  A ellas nos debemos.

Bienvenido poeta Flavio Crescenzi  al espacio Claroscuro.


*¿Qué es poesía?

No creo, Sergio, que haya una definición precisa para ese término, y sospecho que en eso mismo radica su proverbial encanto. Sin embargo, me inclino a pensar que poesía es todo aquello que suponga una profunda y renovada manifestación del lenguaje, manifestación que, por cierto, deberá responder a ciertos parámetros estéticos, pero que también deberá dar cuenta de nuestras inquietudes en tanto seres humanos. Esas inquietudes, como bien sabes, pueden ser filosóficas, sentimentales o políticas.


*¿Qué te motiva a escribir?

No estoy muy de acuerdo con la idea de "inspiración" (de hecho, puedo asegurarte que las musas no me han visitado nunca). Diría que soy más bien partidario del trabajo y de la disciplina. Para mí, la escritura es un oficio que se aprende escribiendo; por lo tanto, mi única motivación a la hora de escribir es hacerle honor al oficio.


*¿Qué representa la poesía en tu vida?

Indudablemente, un faro, y no sólo desde el punto de vista de la escritura, sino también desde el punto de vista de la ética. La poesía nos ayuda a conocer mejor el lenguaje y, en consecuencia, a dominarlo; por eso, nadie que se dedique a escribir debería ignorar la voz de los grandes poetas si pretende ser diestro en su trabajo. Del mismo modo, hay algo en la poesía que la mantiene alejada de cualquier utilitarismo, de cualquier servidumbre, de cualquier deshonesta transacción con el prosaico mundo de los empresarios y de los agentes bursátiles; hecho que, en cierta forma, revela que la poesía es una entidad incorruptible. Aclaro que hablo de la poesía y no de los poetas (los poetas pueden darse el lujo de ser corruptos, inmorales y perversos).


*¿Cómo es el lenguaje poético?

Es un lenguaje autorreferencial, autotélico, que busca realizarse en sus propias y raras combinaciones fonéticas, sintácticas y, fundamentalmente, semánticas. Está constituido por imágenes, metáforas y símbolos. Es, en definitiva, un lenguaje que no quiere contar nada, pero sí cantarlo todo.


*¿Qué relación se crea entre poeta y lector?

Eso dependerá en buena medida del poeta, pero mucho más del lector. Es posible que por las características del lenguaje poético, el lector de poesía necesita mayores competencias decodificadoras que el lector de ensayo o de narrativa. Semejante fenómeno, o bien puede producir una conexión muy íntima entre el poeta y sus lectores, o bien puede convertirse en un impedimento. Por lo general, ocurre lo segundo. Esto tal vez explique por qué los lectores de poesía son casi siempre poetas.


*¿Qué buscas en la poesía?

Parafraseando a Mallarmé, te diría que busco que la poesía le devuelva el prestigio a "las palabras de la tribu". Como lector, me siento reconfortado cada vez que siento que el poeta que estoy leyendo ha logrado algo parecido; como escritor, intento estar a la altura de las circunstancias.


*¿Qué has encontrado?

Un insondable código expresivo, que, como tal, está siempre a la espera de nuevas exégesis y nuevas revelaciones.


*¿A dónde te ha llevado?

A una constante reflexión sobre el lenguaje, el poder de la palabra y las múltiples posibilidades semánticas del idioma. Esto, Sergio, ha sido sumamente enriquecedor, pues me ha permitido ver el universo lingüístico y textual en el que estamos inmersos desde distintas perspectivas; muchas de ellas, por de más significativas.


*¿Cómo va la poesía en Argentina?

Va, que no es poco. Pero no deja de ser una práctica minoritaria de un grupo aún más minoritario. Argentina, vale la pena decirlo, no es ajena al déficit cultural que padecen las sociedades posmodernas. Esto se nota en el hecho de que cada vez hay menos lectores competentes, es decir, intelectualmente emancipados. Me consuelo con saber que la poesía nunca fue un "producto" masivo; aunque, en el fondo, por razones que nada tienen que ver con el marketing, pretendo que algún día sí lo sea.

El invitado




Flavio Crescenzi nació en 1973 en la provincia de Córdoba, Argentina. Es docente de Lengua y Literatura, y hace varios años que se dedica a la asesoría literaria, la corrección de textos y la redacción de contenidos. Ha dictado seminarios de crítica literaria a nivel universitario y coordinado talleres de escritura creativa y escritura académica en diversos centros culturales de su país. Cuenta con cuatro libros de poesía publicados: Por todo sol, la sed, Ediciones El Tranvía (Buenos Aires, 2000); La gratitud de la amenaza, Ediciones El Tranvía (Buenos Aires, 2001); Íngrimo e insular, Ediciones El Tranvía (Buenos Aires, 2005), y La ciudad con Laura, Sediento Editores (México, 2012).

Su primer ensayo, Leer al surrealismo, fue publicado por Editorial Quadrata y la Biblioteca Nacional de la Argentina en febrero de 2014. Desde 2009 colabora en distintos medios con artículos de crítica cultural y literaria. Sus reflexiones sobre literatura, lingüística y cultura general pueden encontrarse en elescondrijodelamanuense.blogspot.com.ar


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