martes, 15 de agosto de 2017

Jandey Marcel Solviyerte. La entrevista

El humano hizo el mundo a su medida, determinó cuánto vale el tiempo,  las palabras,  el vacío. Descubrió el caudal  de una lágrima, la profundidad del abrazo. El humano creó la poesía y la poesía lo hizo Ser.

Bienvenido Jandey al espacio Claroscuro


 *¿Quién es Jandey?

Esa respuesta la he buscado toda la vida y aún no me llega. Para ser explícitos, es un seudónimo que vengo utilizando desde el año 1994, y que quise más adelante eliminar pero ya las personas indistintamente me llamaban por ese nombre, así que se quedó como una impronta. Marcel si es mi nombre de pila; mi abuela y una tía conspiraron para ponérmelo. Vengo de una familia pobre, de padre y madre obreros, de extracción campesina, pero que, paradójicamente, les gustaba la lectura. Nací en Bello, Antioquia, gracias a las manos de una partera, por lo cual puedo decir que soy semilla de esta tierra. Desde niño amé la lectura, el arte, el pensamiento. En ello me regocijo y me torturo a diario.


*¿Para ti, qué es poesía?

La diosa muda. Es todo aquello que se halla en un plano de inmanencia. La poesía es la quintaesencia como la llamaba Baudelaire. Pero, cuidado: no se puede confundir con el innoble material del cual se vale el poeta para convertirlo en belleza. La belleza de por sí no existe, si no es a través de aquella alquimia del pensamiento que llamamos experiencia; de lo contrario es solo materia en bruto, como la existencia misma. En ese caso no sería arte si se trasluce tal y como en la vida se manifiesta. En síntesis, es creación, desbordamiento.


*¿Qué te motiva a escribir?

Son muchos temas y vertientes del pensamiento: el amor, el erotismo, la historia, la filosofía. Cuando escribo recojo el rocío que la larga noche de reflexión y lecturas dejó sobre mi hoja en blanco. Rocío y sudor pueden ser análogos en lo que quiero decir. Escribo sobre lo que considero urgente para el espíritu y para el cuerpo.


*¿Por qué escribir poesía?

Desde niño estuve muy cerca de personas que amaban la poesía. Esa poesía campesina que los abuelos repetían en la roza; los cantos bucólicos del romanticismo con cierto aire de la tradición española: Martínez de la Rosa, Espronceda, o de la tradición antioqueña como Epifanio Mejía y Gregorio Gutierrez González.  Luego en la escuela tuve la oportunidad de leer en la mínima biblioteca que allí había a León de Greiff, principalmente en los rondeles, y a Barba Jacob en una edición que aún recuerdo porque el poeta me abrumó. En ella había una imagen de perfil del errante santarroseño; su mandíbula protuberante y esa mirada de fiera humana que el artista imprimió en tinta oscura no las he podido borrar de la mente. Comprendí que el poeta era más humano de lo que había imaginado. Comencé a hacer mis escritos a temprana edad. Sin embargo, considero que nada de lo escrito en mi niñez y adolescencia tiene valor.  Con todo, me sirvió para mantener, como en su momento dijo Onetti, "la mano caliente"; es decir, escribí mucho y al final de cada año, mi madre quemaba todo ese papelerío con el argumento de que era nido de cucarachas y hoy siento que no se equivocaba. De esta manera mi madre se convirtió en mi primera crítica literaria; de ahí que debo abonarle también el no temer hoy día a las criticas y exponerme al fuego sin titubeos.


*Si no fuera la poesía el lenguaje elegido para sentir y expresar el mundo, la realidad, la intimidad. ¿Cuál sería ese otro lenguaje?

Siento igual atracción por el teatro, que también estuvo presente en mi infancia y hasta parte de mi juventud. Aún escribo dramaturgia. Me parece un arte noble y de difícil ejecución. Sin reconocerme cuentista, he escrito algunos cuentos queme han agradado. El ensayo histórico, filosófico y literario lo aprendí en la universidad y me quedó gustando; lo ejercito con frecuencia. A la crónica literaria llegué más adulto y me atrapó. En este género se juntan el espacio y el tiempo, la realidad y el mundo onírico en una prosa que se acerca más que otros géneros a la poesía. También me expreso en crónica, porque me es muy útil para narrar en tiempo de no ficción, sin desestimar el arte. Últimamente decidí acercarme a la traducción. El único género que no he afrontado de lleno es la novela, pero ya veremos.


*¿Qué piensas de la poesía que actualmente se escribe y se hace en Colombia?

Colombia es un país con una amplia y rica producción poética. Desde Hernando Dominguez Camargo hasta Jesús Gómez, se ha escrito gran y buena poesía. La especie de aletargamiento en la que habían caído no la poesía sino los círculos poéticos de nuestro país, parece terminar ahora que existen nuevos y mayores medios de difusión. Ya no es necesario pertenecer al alambicamiento de algunas camarillas que se habían entronizado en la cúspide de las bellas letras para comunicar lo escrito; y la verdad que no eran sino eso, camarillas. Por casi cuatro décadas predominó el amiguismo, las mafias literarias y editoriales. Ahora los lectores de poesía podemos abordar la obra de autores contemporáneos sin la indebida censura que estos grupúsculos imprimían. El decorado se les ha caído, y poetas antes invisibilizados por aquellos mismos, Álvaro Rodriguez Torres, Carlos Framb, León Gil, Marta Quiñónez, Angye Gaona, junto a las nuevas generaciones vienen ocupando el puesto que les pertenece. Aunque no puedo negar que me entristece pensar en algunos jóvenes, poetas y poetisas que les siguen creyendo el cañazo, aún cuando la farsa ha quedado al descubierto. Es el orden natural de las cosas. Quizá lo que buscan es simplemente ocupar el puesto de aquellos y no el suyo propio. Estoy generalizando porque es tan vasta la producción que la lista sería extensa al hablar de voces importantes de nuestra poesía.


*¿Hacia dónde va la poesía?

Hacia nuevos mundos exploratorios. No soy tan fatalista como Barba Jacob que planteaba que en el futuro los poetas no existirían. Mientras halla humanidad habrá poesía.


El invitado


Marcel nació en Bello, Antioquia en 1974.
Poeta, traductor, dramaturgo y ensayista.
Estudió teatro en la Escuela Popular de Arte y filosofía en la Universidad de Antioquia.

Publicaciones:

Sangre en costales de Risa 
La Lira Destemplada
Versos de los Mil Días 

Reconocimientos:

II Premio de poesía joven "La Ciudad Vivida" 1997

Premio "Los sueños de Luciano Pulgar" 2002, 2006, 2008 y 2009 en los géneros de poesía, cuento, ensayo y dramaturgia.

Premio Andrés Bello de Literatura, 2002 y 2009 en poesía y dramaturgia

Premio Nacional de Poesía Casa Silva, 2009

Invitado al XI Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2001

Encuentro Nacional de Poesía en Calarcá, Quindio, 2002

Celebración del Día Mundial de la Poesía en Manizales, 2010 y 2011








1 comentario:

  1. Poeta certero, ‘a quema ropa’, quien ‘a calzón quitao’ llama ‘al pan, pan y al vino, vino’ y sin pecar de hiperbóreo rábula, con Nietzsche, parece afirmar "somos hiperbóreos, sólo nosotros sabemos hasta qué punto vivimos aparte", reivindicando con su creación la condición de ser, más allá de los límites obtusos del pensamiento homogéneo sujeto a prejuicios morales, filosóficos o políticos.

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