lunes, 7 de noviembre de 2016

Lluis Fernández. La entrevista

El poeta se debe a la vida, a la poesía. Su deuda la paga con luz, con versos, con el estallido de una flor, con el conteo de las olas de un mar siempre intempestivo y a la vez calmo. El poeta tiene el oficio de recolectar la belleza y esparcirla por las esquinas y las curvas de éste espacio-tiempo que todos compartimos.

Bienvenido Lluis Fernández a las páginas de Claroscuro.

*¿Qué es ser poeta?

La condición la cumple todo ser humano, en un momento u otro de su vida, con más frecuencia o con menos, con mejor o peor resultado. Se cumple cuando junta y completa tres acciones: buscar la belleza, creer que la ha encontrado y tercero, y más importante, la recrea y la comparte. Hacer eso es ser poeta.


*¿Cómo fue tu encuentro con la poesía?

Cuando yo tenía siete u ocho años, lo situó en esas fechas por la vivienda que recuerdo. Mi padre, los domingos por la mañana se afeitaba ante el espejo y recitaba (sobre todo a Neruda). Él tenía una voz grave, como el sonido de un chelo. Luego tenía la amabilidad de explicarme el significado de las palabras que yo no entendía. Supongo que eso hizo que más tarde, en la época de estudiante, me predispusiera a casi levitar leyendo a los grandes: Lorca, Hernandez, el propio Neruda y que escuchando a canta autores como Silvio y Serrat me influyeran más sus letras que sus músicas, donde bailaban los textos de la canción, casi como sordos sus guitarras, pero muy atento a sus palabras. De ahí que opine, si me lo permites ya de paso, que el reciente nobel a Dylan es absolutamente lógico y merecido.


*¿Qué representa la poesía en tu vida?

El individuo y la sociedad necesitan de la belleza, eso creo, como se necesita del agua o del alimento para sobrevivir.

Es imprescindible para una vida sana el alivio de la belleza. Sea ésta encontrada en la música, en la pintura, en el cuidado de los desfavorecidos o en el diseño de globos aerostáticos. Personalmente esa belleza la encuentro en la poesía. Es como el zumo, el arriesgado zumo de la belleza del mundo.

Buscas, crees que encuentras y compartes. Si eres copropietario, aunque sea solo en un mínimo de la belleza consumida, eres feliz. La poesía sirve para barrer lo feo e instalar lo bello. La mejor herramienta que tenemos para expulsar lo feo de la vida.


*¿Qué buscas en la poesía?

Prosperar. Lógicamente no en riqueza económica ni en fama. Progresar como hombre en una sociedad, avanzar en el buen camino, agrandar la mirada. Y en un plazo inmediato, simplemente gozar como un niño con zapatos nuevos.


*¿Qué has encontrado en la poesía?

Eso, el disfrute de ordenar un pequeño caos incomprensible que había en mi cabeza, ver o pensar en algo y hacerlo supuestamente bello y comprensible. ¿Qué mejor juego se puede encontrar?


*¿A dónde te ha llevado?

Me lleva. Hacer poesía es intentar despejar el terreno para la comodidad de la vista. Cuando estas ahí, las vistas son mejores; mejor perspectiva, mejor comprensión de lo que nos encontramos en la vida.


*Por lo general, los poetas nos casamos con alguna o algunas palabras en particular y sobre ella construimos nuestra obra, ya sea por su fuerza o su simbolismo. ¿Cuáles son esas palabras para ti?

Muy buena pregunta. En mi caso es clarísimo. Todo aquello que define el territorial mediterráneo. Mar, orilla, playa, siempreviva, ginesta, espliego, vaivén. También conceptos geométricos; inclinación, planicie, vertical, convexo; colores: azul, verde, palidez. Y, por supuesto la anatomía: vientre, manos, pecho.
Procuro ampliar repertorio, pero al final uno es como es; un descendiente de la sargantana mediterránea.


*¿Qué lecturas o qué poetas recomiendas?

Te recomiendo un trabajo editorial, una selección muy joven de libros de gente diversa que lleva a cabo Rosenda Fernández, Ediciones Espacios. 

Carmen Jurado Torresquesana, a quien ya habéis entrevistado para Claroscuro.

He de recomendar leer a un poeta brutal, que si no me equivoco no ha publicado, Miguel Vigo (lo sigo por FB). Y un grupo de gente muy activa de Valladolid; PerVersos. Como verás, casi todos fuera de los canales tradicionales y establecidos.


*¿Por qué escribir poesía?

Por deuda para con la belleza de vivir.


*¿Qué hace de un poema un buen poema?

Lo fácil es contestar que "Solo si te conmueve, ya un poema es un buen poema" Pero yo tengo una pequeña manía. El número de veces que he de leer el poema me dice de su nivel. Si son muchas, si he de repetir su lectura, si me apetece volver una y otra vez, entonces lo considero en la categoría de aceptable. Y si cada vez que regreso a él, encuentro algo nuevo, una nueva emoción, entonces es bueno. Y si, finalmente, en mi cotidiana vida aparece un concepto del poema, un verso como herramienta de vida. Entonces es que el poema era buenísimo. 


El invitado



Lluis Fernández, Barcelona, España, 1958. Estudió Derecho en la misma ciudad. Profesionalmente se dedica al manejo ornamental e industrial del agua. 

Vive en una isla por amor al mar. Escribe desde los 18 años.

Sus letras han encontrado escenario en los grupos de poesía surgidos en las redes sociales.
Recientemente publico su libro de poemas La razón del mar con la Editorial Espacios Ediciones (Mandala Ediciones)

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