Evasión
Aunque pretendas distraerlo,
sabes que habita en ti
esa sed que me devora,
sed que eres tú
desafío de mi otoño.
Lector II
Estas palabras no son mías:
en una madrugada se las robé a la tierra
y elaboré con ellas castillos en la arena;
las sustraje del vuelo magistral de las aves,
del murmullo del viento sublime y ostentoso,
del canto de los mares con sus algas de plata.
Las introduje todas en pieles deseadas
haciéndome heredero de noches en capullo;
me las bebí despacio saboreando sus trinos
y albergando en mi cuerpo el dolor de sus gritos.
Hoy continúan fluyendo del fondo de mi alma
después de cincuenta años
de ensueños y caprichos.
Son ellas el desvelo de mi patria soñada
y la savia inclemente de mi prestado espíritu.
Estas palabras no son mías:
son de la entraña pura de la tierra;
tómalas y construye con la mente asombrada,
la mirada precisa y el corazón de un niño,
desde el fondo de tu alma,
de nuevo el infinito.
Diccionicio
Felicidad es la terrible palabra
que se inventó un iluso
que no quería estar triste
y que en acto protocolario propuso
pintar las espinas
con colores de rosa.
Felicidad
es invitar a bailar a la muerte
en pleno funeral
y danzar divertidos
sobre su inaudito poderío.
Felicidad
es observar, fija y gozosamente
a los ojos de tus adversarios
y lograr que sus ojos forrados de metralla
te sean indiferentes.
Felicidad
es la palabra que al resultar inexistente
te hace sentir
plenamente infeliz.
Sentencia
Nunca confíes
en tus pétalos,
bella flor primorosa...
Fernando Alberto Cely Herrán
Vaya. La naturaleza y esa reflexión bien llevada nos lleva a ese centro ignoto y pocas veces explorada. Uno mismo. Una teogonía cuyo resultado a veces es poema o grito.
ResponderBorrarUn abrazo!!