miércoles, 28 de septiembre de 2016

Saúl Gómez Mantilla. Los poemas

I

No aprender una espera
                            un silencio
dejarse golpear por las cosas
no ser llamado
caer en el letargo
en unas manos que no abrazan
en una tarde que no termina.


II

       Buscarse entre palabras
       esperar una voz que no llega
       un rostro que no da gritos
       que perdido en la memoria
       vacila en dar a luz
       en parir unos ojos
                           unos labios.


III

No llamarse
ausentarse de sí mismo
enterrarse las uñas
dejarse caído en la acera

De: Lección de olvido




El hereje

                                                                                                                                      a Giordano Bruno

Una góndola me lleva entre las aguas hacia mi muerte,
conocida día a día en medio de mis dudas,
de mi divina búsqueda hacia el amor.

El fuego me espera.
Llamas que seguirán ardiendo
en medio de la lluvia
                             y el silencio.

En esta celda
abandonado a mis desdichas
pienso en los hombres que como yo
seguirán sofocando con el paso del tiempo.

Y como ellos afirmo:

¡Cómo puede arrepentirse el sol de arder
            y de su canto las aves!

De: Rostro que no se encuentra



     Leídos

     De qué forma el libro nos altera
     nos atraviesa

     somos otros
     al pasar la página

     -otros ojos nos miran al dormir-


Lo eterno

                                                                        Un ave que en su vuelo

                                                                                       se confunde

                                                                       con el viento.

De: El amor y la palabra



Advertencia

Desde ahora me convertiré en poeta muerto,
atrás quedaron las ilusiones
entrego las armas: una visión universal
                          una inmensa tristeza
                                          y muchas lágrimas.
Espero celebrar con mi familia
el triunfo de la sociedad
sobre otro que deliraba en pos del arte.

A partir de hoy el lucrativo trabajo
ocupará el tiempo dedicado a la lectura,
cobraré mi sueldo, ahorraré una parte,
dejaré dinero para beber con mis nuevos amigos
acompasados de música popular.

Al llegar a casa mi esposa plena de felicidad
premiará al trabajador con su sexo.
Así pasaron los días, crecerán los años
los hijos orgullosos de su padre;
pilar y ejemplo de la familia.

Pero un día, cuando me encuentre perdido
cuando traten de revivir antiguas nostalgias,
al releer ensayos, cartas, poemas...


El vino cobrará su sabor,
y la sangre será la única testigo
cuando la poesía me cobre con una bala
                                                   el haberla traicionado.

De: Ideas de viaje



                                                                              Saúl Gómez Mantilla

Saúl Gómez Mantilla. La entrevista

La certeza de la vida a través de las palabras. El poeta Saúl Gómez Mantilla nos lleva a la contemplación, a ese estado de gracia donde el hombre se une y se comunica con El todo. Se aprecia y se reconoce a si mismo a través del otro, de lo otro. Una poesía tranquila, que invita a a maravillarse con la luz que se filtra por una hendija y se deja ver en su esplendor, en su sencillez.

Bienvenido Saúl al espacio Claroscuro. 

*¿A dónde te ha llevado la poesía?

La poesía me ha permitido viajar, estudiar y conocer gente de todo el mundo. Yo crecí en Cúcuta y fue gracias a un premio que gané en el 2001 que pude iniciar mis estudios de literatura en la Universidad Nacional. La poesía me dio confianza y la fuerza para luchar por mis sueños. Mi trabajo es un regalo que me dio la poesía, ya que la lectura y la escritura se convirtieron en una actividad tan cotidiana que con eso me gano la vida.


*¿Qué papel desempeñan los poetas en las transformaciones sociales, especialmente en éste momento histórico y definitivo que estamos viviendo en el país?

Considero que la poesía y los poetas son objetos de transformación social.  Que el lenguaje y la inteligencia deben ser puestos al servicio de la sociedad.  No quiero decir que se deba escribir de tal modo o para apoyar determinada causa, pero sí creo que el poeta es hijo de una época y debe dar cuenta de ello.  Porque la poesía nos da esperanza, es un alimento para tiempos oscuros y para situaciones difíciles.


*¿Hacia dónde va la poesía?

Creo que la poesía colombiana está rompiendo sus ataduras, que se está liberando de viejas taras y concepciones sobre la forma como se debe escribir y sobre los temas.  Que al final del siglo XX y estos primeros años del XXI, le han dado al país algunos de sus libros más bellos, que son producto del equilibrio entre la emoción y la reflexión, entre la pasión y la inteligencia.


*¿Cuál es el panorama de la naciente generación de poetas colombianos?

Son poetas más arriesgados y conocedores de su oficio. Asumen la escritura como una labor que requiere entrega, estudio, crítica.  Que se valen de los medios para alzar su voz, para cuestionar y para generar otras formas de verse a sí mismos a través de la palabra.  Tengo fe en los futuros libros, sé que saldrán a la luz textos bellísimos, que nos llenarán de asombro y darán nuevos rumbos a la poesía colombiana.


* Por qué escribir poesía?

Para no morir, por eso se escribe. Porque se tiene esperanza. Porque se cree en el futuro.  Por curiosidad, por ese embrujo que posee el lenguaje y que nos transforma, que nos refleja y nos permite ser. Porque es lanzar una flor al vacío, esperando que el estruendo de su caída, el contemplar ese hecho inusual e insignificante, nos deje ciegos ante tanta belleza.


*¿Qué has encontrado en la poesía?

La poesía me ha permitido encontrarme a mí mismo, en cierta medida me ha hecho más apacible, más contemplativo y reflexivo. Es una constante búsqueda para responder a las dudas que tenemos a diario, y para no sentirnos solos.  La poesía es compañía, es traer por medio de las palabras a nuestros amigos y seres que amamos, no importa si están vivos o muertos, mientras sus palabras sigan allí, ellos continuarán dialogando con nosotros.  Como lo haremos nosotros, cuando solo nuestras palabras sean el rastro de nuestro corto trasegar.


*¿Cómo es tu proceso de creación poética?

Escribo poco, voy acumulando palabras, sonidos, que luego escribo en hojas sueltas. Luego de un tiempo, transcribo esos textos en el computador y los dejo dormir. Pasados algunos meses vuelvo a ellos y los transcribo a mano, me gusta escribir a mano, sentir el papel, como aparecen en las hojas las palabras y como se empieza a ver el poema, su forma visual.  Nuevamente los dejo dormir, como olvidándolos. Después busco una forma, una especie de contenedor para que tanto el contenido como su aspecto sean armoniosos. Y así se va gestando un libro, luego los poemas se van organizando y dialogando  entre sí, uno tras otro como en una fila, de modo que exista entre ellos una relación, como si necesitasen del otro para estar completos.  Con el paso de unos años, esos poemas forman un libro, que busca distinguirse de los anteriores.


*¿Cuál es la intención de la poesía?

Para mí la poesía es una forma de hermanar, de ser con los otros, en este caso con los lectores.  Me gusta la poesía que reflexiona y que puede transgredir, que busca una manera distinta de decir las cosas. Me gustaría que los poemas fuesen como las canciones, que pudiesen ir de boca en boca, como una oración, esa es una intención que he buscado, pero no he logrado. Que la poesía pueda ser cantada, por así decirlo, que nos atraviese, nos impacte y no podamos ser sin ella.  Claro está, sin que las palabras pierdan su poder de reflexión, su profundidad y la posibilidad de llegar a ciertas zonas del alma o el espíritu, que están ocultas y que pueden ser iluminadas por la magia de las palabras.


*¿Cuál es el alimento de tus poemas?

Leo mucha novela, cuentos, teatro, ensayo. Busco en las historias y los personajes, pasajes que me permitan imaginar otras posibilidades del mundo y de la vida. La poesía se nutre de la vida y del arte, del cine, la música y la pintura, es como una forma de experimentación, de buscar sensaciones, ya sea en las conversaciones ajenas, en los hechos bellos o terribles que ocurren a diario, todo es susceptible de ser poetizado, de ser tomado por las palabras y convertido en poema, y de allí ser poesía, hacer parte de la memoria de cada uno, de quien sienta que en ese poema algo suyo habita, fue revelado.


*¿Cuáles poetas han influenciado tu estilo, tu pensamiento?

Hay poetas y libros que releo constantemente, es como si volviese a un lugar que extraño, que añoro. A veces es la necesidad de cierto verso, de algunas frases que puedan darme luces, o sosiego. Disfruto tanto de los clásicos como de los libros más contemporáneos, de esta forma releo La divina comedia y El aullido; La tierra baldía y Primero sueño.  Pero sí tengo mis poetas de cabecera, que son muchos: Eliot, Montale, Dickinson, Pizarnik, Gaitán Durán, Rilke, Ginsberg, Ajmatova, Rimbaud, Shakespeare, Quevedo, etc.



El invitado



Saúl Gómez Mantilla (Cúcuta, 1978). Poeta. Profesional en Estudios Literarios. Especialista en Creación Narrativa. Docente y Promotor de lectura. Miembro fundador de la Red Nacional de Estudiantes de Literatura, REDNEL.

Ha publicado los libros de poesía:

Ideas de viaje (2003)
Lección de olvido (2007)
Rostro que no se encuentra (2009)
El amor y la palabra (2012)

Ha publicado las antologías de poesía:

OPNI, Jóvenes Poetas de Cúcuta (2002)
La sombra y el relámpago, poesía viva de Norte de Santander (2011)
Palabras como cuerpos, poemas en memoria de Edwin López, Gerson Gallardo y Tirso Vélez (2013)

Con motivo de las efemérides de poetas colombianos publicó las cartillas conmemorativas:

No pudo la muerte vencerme, Jorge Gaitán Durán 50 años de ausencia (2013) y Sueños Cotidianos, Eduardo Cote Lamus, 50 años (2014).

Ha obtenido los siguientes reconocimientos:

II Concurso Nacional de Poesía Joven
XI Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2001
Premio Estimulo a la Joven Poesía Colombiana
XVI Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2006
Primer Finalista Xi Concurso Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus, 2007
Postulado por Colombia ante La UNESCO al Premio Mundial de Poesía Puentes de Struga, República de Macedonia, 2010.

martes, 20 de septiembre de 2016

Fabio Andrés Delgado Micán. Los poemas

Desde la conducta

La bolsa de valores
el precio del dólar
el despertador en la mañana
el canal de noticias
sus mentiras excedidas.
El olor del tostador en la cocina.

El pan mojado en el café
los servicios públicos
el sector financiero
verte el sábado en el almuerzo
el domingo en el cine
llegar a tiempo al trabajo.

El shampoo de fresa
el jabón de avena
mi perfil de facebook,
ese que no soy que dicen que soy
toma decisiones y es libre.

Instagram y los gestos
de felicidad que debo de hacer en selfies.
Whatsapp:
Los besos,
Las conversaciones,
Las incógnitas,
La voz en la distancia,
Los grupos de gente que no son reales.
El teléfono móvil
que nos hace todo.
Termina viviendo por nosotros.

El baile MTV donde todos son sexis
pero nadie baila con nadie
la ropa de moda
la música de la emisora
Youtube y sus millones de visitas
Los Youtuber y su montón de cosas dichas.

Entonces soñar se hace más difícil
Imaginar,
un trajín que vamos olvidando
pensar es un crimen
y la poesía una invitación al delito.



Victoria en el espejo

Ese sonido de Victoria con los labios
cada vez que los pinta
es una pequeña obertura del beso,
un instante en que van a crujir los sueños
que se caen de un árbol
al que le van pasando los años.

Entonces se busca la mirada en el reflejo
Y este

                 -su reflejo-
va evadiendo la responsabilidad de verse.
Sabe que se miente
que anda enamorada de nuevo.
No le bastaron las ajadas cicatrices
que aún no sabe si han cerrado,
ni las palabras de esos poemas que anda escribiendo en su cuaderno.

Sonríe al fin y al cabo,
Victoria intenta saber que la vida
es ese arsenal de malas decisiones,
pretende entender que el amor
es eso tan humano como ella.

El espejo queda solo
ella lo ojea
entiende que quizás la otra Victoria
tenga la razón
y no le importa,
les queda una vida para seguir
pintándose los labios,
enamorándose del mundo.



Pactos para intentar un sueño

"La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa"
Erasmo de Rotterdam


Hemos caminado hastiados media historia
entre huellas de mentiras y miedo,
nuestras familias en pantanos de sangre
alabar la muerte como un santo patrón de todos los días
en el infinito cielo inalcanzable.

Entonces dejemos los campos cumplir su función
de sonreírnos las mañanas,
veamos nacer los amaneceres en los ojos de nuestros hijos
y correr los ríos entre las montañas sin que viajen los gemidos.

Nuestras abuelas y su olor a tierra mojada
soñar las plazas llenas de manos que labran la fruta
en la boca de las mujeres saciadas 
de amor y esperanza.

Cantar, cantar a viva voz desde el vientre fértil
No vamos a parir desdichas,
mirar a los amantes dormir la siesta de la tarde
sin que llores despedidas,
tomar el café en silencio dibujando el horizonte.

No hay duda que la huella queda,
y que la memoria es un reloj que nos suena en la cabeza
punzando el corazón cansado de tristezas.
Pero aún prefiero besar mil veces esta ilusión romántica que queda
antes que ver empuñar otra generación valientemente sus fusiles.




Lugar de origen

El eucalipto se cuelga de los amaneceres
a dónde van los pájaros.

El campesino desanda los caminos
silba entre la cebada una canción para sus hijos,
su mujer se acomoda los cabellos
con esas manos de pan
que llevan consigo la esperanza.

La vaca lame el ternero
él mama la leche con los ojos cerrados.
Una tropa de gallinas escarban la tierra,
mueven sus alas como intentando un vuelo.

La plaza tiene el olor del jengibre,
las abuelas desgranan arvejas, mazorcas y habas
sonríen en el rostro la evidencia de los años
algo ya cansadas.

Un río de mariposas oscuras
como un río de cenizas
esperan ese perfume de las flores mojadas,
estallar en los párpados de la brisa,
esa que es mensajera de las albas.

Es aquí mi lugar de origen 
en estos arbustos parieron mis raíces,
las piernas de mi madre se abrieron
al compás de la luz de mis ojos.
Nacieron mis sueños en los labios de mi abuela
recitando universos de palabras.

Luego la arena cubrió los pinos
el barro penetró las aguas.
La herida es una llaga
sangra en el rostro de las máscaras.

Mi lugar de origen se ha marchado
sus huellas las atrapó el asfalto,
yo recojo las semillas de los años
con las manos moribundas
ásperas y rasgadas.



                                   Fabio Andrés delgado Micán






Fabio Andrés Delgado Micán. La entrevista

Fabio Andrés Delgado Micán rasga la bruma de la mañana buscando el sol, aspira el aire frío, llena sus pulmones de vida. Hasta ahí es un hombre como cualquier otro, pero él es un buscador. Levanta las piedras, abre la puerta, sale a la calle, se encuentra con la mirada de otros ojos, degusta en el café la poesía. Y ese es el aire, la poesía.

Bienvenido Fabio Andrés a las páginas de Claroscuro.


*¿Cómo llegaste a la poesía?

Desde pequeño mi abuela me recitaba poesías que ella sabía de memoria, entonces conocí (sin saber su trascendencia e importancia para el mundo de la literatura) a Federico García Lorca al igual que la poesía popular. Otro de los recuerdos que tengo de mi infancia es mi papá leyéndome libros de poemas que él tenía desde su juventud.


*¿Dónde encuentras la poesía?

Considero que la poesía está en todo lo que hago, es parte indispensable de mi existencia, de mi relación con la vida. Entonces encuentro la poesía en todo lugar y en todas las personas.


*¿Por qué escribir poesía?

La poesía se debe seguir escribiendo para recordarnos nuestra sensibilidad, seguir intentándola para no desprendernos de nuestras pasiones, afectos e inclusive de nuestros odios. En un mundo que es cada vez más inmediato, insensato, hostil (y cuando digo que es hostil, recuerdo que ya antes se había dicho que era así y creo que hoy día es más complejo). La poesía es una ventana en medio de un muro hecho por un sistema social, político y económico que defiende la homogeneidad, las filas donde se busca que todos nos parezcamos. Entonces, quizás la poesía debe escribirse para ir dejando las huellas o pistas para volver a esa casa que llamamos humanidad "a pesar de los pros y los contras que esto conlleva".


*¿Qué hace de un poema un buen poema?

Un poema solo puede ser bueno si el lector de ese texto siente que lo ha tocado, entonces el poema le habla directamente a él, y en ese momento no es solo del poeta, sino que ha movido al lector. Aunque considero que hay que tener cuidado a veces en ese sentido, ya que entonces quizás el poeta no termina plasmando su apreciación de la vida, sino escribiendo para los lectores, y un poema es la percepción propia de la belleza. 


*¿Cuáles han sido tus influencias poéticas?

Muchas, considero que la poesía es dinámica, como la cultura, y así debe ser la lectura. Entonces siempre está en movimiento. Me dejé influenciar tanto en mi juventud, por los autores juveniles que los plagié con mucho amor, ahora no sé a quién ando plagiando, pero ojalá sean muchos. 


*La poesía en silencio o la poesía en voz alta.

Considero que el oficio de escribir es un oficio silencioso, de juicio, de trabajo y retroalimentación continua contigo mismo. Entonces en ese momento la poesía debe ser poesía en silencio. Ahora que quieres compartir con las personas lo que haces, quieres dar tu poesía y recibir los textos de los demás para enriquecer tu visión y convertir entonces este oficio en un diálogo continuo, es en ese instante que se convierte en poesía en voz alta. Además del compromiso que esta adquiere con la realidad circundante como toda manifestación artística. 


*¿Qué papel juega la poesía en tu vida?

Te decía que para mí la poesía es todo, en esa lógica mira que la poesía juega todos los papeles, es mi manera de comunicarme, de querer, de odiar, de apreciar y pensar.


*En tu concepto ¿Cómo está la poesía que se escribe en nuestro país comparada con la poesía de otros países de habla hispana?

Colombia siempre ha tenido unos excelentes poetas y con una diversidad de temáticas increíbles, hay poesía para todo, el poeta colombiano es un gran observador de su realidad, así como un gran crítico de la situación del país. Aunque hay otros que prefieren que los leamos en sus momentos íntimos, o sus preocupaciones más personales. Entonces la poesía colombiana tiene esa gama de cosas varias que fascinan.

Con respecto a la poesía que se hace en los otros países de habla hispana creo que Colombia como en muchos casos  es una isla que hasta hace muy poco está abriéndose y posibilitando que podamos reconocer lo que se escribe en otros países, eso gracias a poetas que han viajado, nos han traído muchos de los textos que se hacen afuera. Entonces estamos leyendo autores reconocidos de otros países y estamos empezando a volcarnos en lo nuevo que se hace fuera del país. 


*¿Hacia dónde va la poesía?

No sé Sergio, ojalá no vaya a ningún lado para que no la empaquen, la etiqueten y la vendan en los supermercados, que siga siendo libre, que siga siendo un gusto y que estos poetas de hoy en día la sigan llevando a muchos lados y que comuniquen con ella. Labor que he visto en muchos de ellos y aplaudo. 



El invitado



Fabio Andrés Delgado Micán nació el 6 de abril de 1985 en Soacha, municipio de Cundinamarca en Colombia.  Estudió Ciencias Sociales en la universidad La Gran Colombia. 

Ha publicado en una serie de revistas de poesía (Chile, Colombia, España, Argentina, México, Bolivia) varios de sus trabajos. Ha sido gestor de colectivos literarios como Voces de Quimera en Bogotá y de grupos culturales como SEMINARÉ.   Participó en el IXI Encuentro Internacional de Poetas de Zamora (Michoacán, México) en el año 2015, invitado a la Juntada de Poetas del Sur en Argentinay el VIII Encuentro de Escritores en Goya, Argentina, la II Juntada de Poetas del Sur en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). Presentando así su poemario ASMA de la editorial Piedra de Toque (Colombia) y su participación en una antología de poesía latinoamericana con la editorial El perro celestial (Bolivia). 

domingo, 4 de septiembre de 2016

Mauricio Alfredo Escribano. Los poemas


Constelaciones

Enumero la nostalgia.
He sido niño. He sido joven.
Ahora soy alas.

Abro el surco entre los muslos
de la aurora
para sembrar mi palabra
en los canteros
y que florezca el relámpago
en la tierra.

Solo una nube seré de viejo.
La que desborde el poema en tu ventana.



Luna en mayo

Desnudo en actitud de remediar
mi lastimada transparencia,
sonrío sobre un muro de tinta solitaria
a la sombra de un dios propio
y perdurable.

Entre nosotros hay una historia
comiéndose la lengua.
Un trofeo de lágrimas en órbita
y visuales ademanes de plegaria.

Sucede que hice un pacto, un abrupto sacramento,
una epístola de brujos y de brujas,
sujeto yo a los huesos de los árboles.

Y me sonrió a pesar de que te odio
para que cumplas tu destino.
Tu efímero destino de quemarme
donde estallan los pronombres,
hasta alumbrar el cuero del dragón que me consume.
O arrancarme la piel
para ver como fulguran mis diamantes
en tus manos diminutas y salvajes.

Sólo entonces contribuyes y apuñalas tu vagina
con mis dedos
-un ermitaño de callado amor desnuda el hashish-
y tú también sonríes aunque me odies.
Y te peinas después de lo que somos,
porque el dios supo darnos
la luz que cicatriza el vacío de la noche.


Paralelos

Me he habituado
al humo verde
de la hierba

al brillo mudo de la iguana
a los galgos invencibles
al laberinto de las hojas

si supieras que soy yo
entre las higueras
de muslos lechosos

y me quema un aire
incontenible
cerca de la noche

cuando vuelven
en bandadas
las sombras de los pájaros.



Acta de invierno

Aquí dentro nos olemos como bestias, nos amamos como bestias. Somos lo que el otro necesita. A veces vos llorás sobre mi piel y yo me convierto en un pez globo. Otras lo hacemos al revés en un trapecio. Y de pronto nos caemos. Nos desconocemos por completo. Somos lo que el otro no sabe. Y me pregunto cómo puede ser que siempre vaya a dar contigo. O mejor dicho, con la palabra que atraviesa. Quizás desde la infancia nos ladre un perro triste. Lo oiremos en los huesos. Nos pondrán sobre la mesa pedacitos de nostalgia. Un acta de invierno con sus mandarinas negras. Y por ahí habrá un poema incontenible anunciando que hallaremos diagonales para el mito. Es decir que vos llorarás sobre mí y yo respiraré bajo el agua. 


                                                                               Mauricio Escribano

Mauricio Alfredo Escribano. La entrevista

El poeta Mauricio Escribano emplea la hoja y las palabras a manera de lienzo y paleta. Él plasma el sabor de los colores, la textura de las sombras y el aire, la nostalgia.  Dibuja nuevas y extrañas formas, cuerpos floreciendo y estallando en realidades incontenibles.  Él dibuja poemas que susurran bajo los puentes, en los violines y en los espejos donde se reflejan rostros de la infancia.

Bienvenido Mauricio al Claroscuro. 


*¿Cómo es tu proceso de creación poética?

Simplemente tengo la necesidad de comunicar mi experiencia humana a través de la escritura, dejar una huella de mi paso por la tierra, como esas pinturas rupestres que se encuentran en las cavernas, y en la que alguien nos dice "aquí estuve, así fue mi vida entonces".

La creación poética es un proceso del sí mismo, un hacer-se, como dice Camus, "somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros" y yo encuentro en la poesía fundamentalmente una manera de eclosión personal. 


*¿A quién buscas en la poesía?

Vivimos escindidos, bajo la ilusión de estar separados del resto de los seres y las cosas, incluso de nosotros mismos. Creo que en principio busco lo más genuino que pueda encontrar en mí, claro que hay varias capas de uno mismo, y en ese sentido la poesía se convierte en un viaje de autodescubrimiento, de integración de lo consciente con lo inconsciente. 

Me busco a mí, pero a quién soy yo profundamente y a quién soy yo más allá de las fronteras de la mente. O sea en el otro, en lo otro, sin el cual y sin lo cual, no somos. 


*¿A dónde te ha llevado la poesía?

A vencer mis propios límites, mis propios condicionamientos. Al encuentro de nuevas posibilidades de estar en el mundo, de comunicarme, de ganarme la vida. La poesía es mi deseo, y como tal es uno de los grandes motores de mi vida. 


*¿Cuál es tu obsesión poética?

Mi obsesión es mi exigencia a superarme continuamente. A reinventar mi escritura sin perder mi sello personal. Lo cual es un arma de doble filo. Ya que por un lado me da la perseverancia y la determinación necesaria para trabajar arduamente, hasta lograr una poética bien afilada. Pero por el otro esa obsesión se convierte en una especie de "Ojo del Gran Hermano" que inhibe el proceso creativo, para lo cual necesito prescindir de toda exigencia y censura. Es decir, no sentirme mirado por mí mismo, o desde mi propia exigencia, para que la creatividad fluya. Y en lograr ese equilibrio, está la cosa. 


*¿Qué no has encontrado en la poesía?

No hay algo que no haya encontrado en la Poesía, y sin embrago la Poesía no está en el poema, porque el poema real está siempre en otra parte.

Te contesto con unos versos extraídos de dos poemas que se encuentran en mi libro Rapsodia en el aire.

"No hay poesía en la poesía 
Solo si te beso entenderás el mensaje
Porque la poesía no pertenece al lenguaje 
Sino al idioma que hay en mi boca".

"No guardo palabras. Te las he dicho todas. 
Y sin embargo repito. El poema real es aquel 
que no tiene refugio cuando empieza la lluvia".


*¿Cómo fue tu encuentro con la poesía?

Mi encuentro con la poesía se dio a través del asombro que me producen las cosas que me conmueven. Los ojos de mi abuela, su jardín de rosas, el olor de los libros, la lectura adolescente de Poe o de Borges, enamorarse a los doce años, volver a enamorarse, vivir enamorado de la vida, saber que el amor es el único poder que realmente poseemos, aunque sea en estado latente. 


*¿Qué crees que lleva a una persona a relacionarse con la poesía?

Un profundo anhelo de comunión con la existencia, lo mismo que lleva a una persona a relacionarse con la vida, porque la poesía no es más que otra manera de nombrar la vida.
Quien se acerca a un libro busca la experiencia de ese "otro" que también es el mismo.


*¿Cómo defines tu poesía?

Aunque prefiero dejar que otros la definan, para mí mi poética es voluptuosa, seductora, inteligente, en ese orden. 


El invitado


Mauricio Escribano, Buenos Aires, Argentina, 1966. Es un poeta indie.

Participó en numerosas antologías y revistas del underground porteño. Lejos de las torres de marfil del establishment  literario, ha hecho de la poesía un estilo de vida y una forma de ganarse la vida.

Actualmente es editor y vendedor de sus propios libros. Ya sea en librerías, presentaciones, o recorriendo plazas y bares de Buenos Aires, como en distintos puntos de su país. También edita para otros escritores bajo su sello editorial Ojos de papel.