jueves, 28 de septiembre de 2017

Pep Pepió. Los poemas

Otra vez es al otro día 

sol de otoño en la mañana
voy hasta tus manos
acariciada     florecida...
estás en el olor del café
con tibias humedades salgo a la mañana
su viento es tu viento
te encuentro en los ocres
otra vez   acariciada     florecida...
tu cara sonríe en el gesto
tu sonrisa es tu cara
tu beso último es mi afán
te nombro
ya te extraño




Se detiene el instante

hay silencio
hay pausa
       no hay reflexión
no vuela la alondra


el silencio llega
sagrado e inmutable
y en profano ritual
ausencia el grito


se detiene el instante
se vuelve sacro



El otro nombre

algo empieza
es el día apurando con su luz

abre los ojos
se retrae
se esconde bajo la almohada

mientras
algún ruido exterior y conocido
corrobora el inicio

ella se despierta
sabe su quehacer
dejar la cama mirarse al espejo
por la ventana asomar la cabeza
celebrar al sol
decir qué lindo día

sólo que hoy no podrá
hoy es domingo
el otro nombre de la tristeza



Mutismo de niebla

allá adelante la niebla
intensa y muda
como este miedo mio
un miedo callado
repleto de soledad


casi a la intemperie surco la ruta
lago y montaña
(aunque allá    al costado    sobre la rama   hay un casal!)
las lágrimas vienen con fuerza
ante el inesperado festejo de otoño


en el vaivén el auto es veloz
hace huellas
siento mi alma como aquella rama
de verde invisible hoy aunque conocedora de soles
siento mi alma intensamente
por eso la dejo huir sin pudor a cobijarse en la niebla



                                                                                       Pep Pepió

Pep Pepió. La entrevista

La certeza de la palabra. El ser humano necesita sentirse y pensarse en poesía. Asumirse y volver a construir su historia personal y colectiva. La palabra poética rompe la envoltura posibilitando al ser humano un renacer.

Bienvenida querida Pep al espacio Claroscuro.


*Es difícil definir poesía, porque definirla es limitarla, querer abarcarla en un concepto. Pese a correr el riesgo de enjaularla, para ti, ¿qué es poesía?

Yo diría Sergio que es la posibilidad de expresar belleza a través de la palabra, conmover, conmocionar. 
Dijo Juan Ramón Jiménez que poesía es "el encuentro después del hallazgo", 
agregaría que la acción poética se perfecciona con el lector, en el encuentro con el lector, ahí nace. 

El poeta mexicano Francisco Trejo refiere a la  poesía como un acto de generosidad, de darla, de poder compartirla como un pan.  ¿No es hermoso Sergio pensarla así?.


*¿Cómo es el lenguaje poético?

Aquel que nace en la honestidad
que se corre del ego
que escribe la palabra que pide el poema. 
El lenguaje poético es el que escucha la voz del poema. 


*¿Qué relación se crea entre el poeta y el lector de poesía?

Decía yo al comienzo que la acción poética se perfecciona con el lector. 
Por eso siento 
que el poema de un Uno 
nace, vive 
- es - 
sólo cuando es leído por un Otro
y resalto leído porque entiendo que no siempre se produce la relación cuando el poema es escuchado. 


*¿Cómo es tu voz poética?

Mi voz poética...
un poco árida
más sustantiva que adornada
casi atropellada. 


*¿Cómo sería el mundo sin poesía?

No lo sé, no puedo imaginarlo... si se halla poesía aún en las realidades trágicas!,
en las injusticias sociales
en la angustia del existir...
Viene a mi pensamiento el argentino Juan Gelman
que hizo poesía bella veraz concientizadora 
desde el dolor
desde la realidad oscura que fue la dictadura militar en mi país. 


*¿Para qué la poesía?

Para emocionarse!
para poemar por ejemplo el amor con mil voces diferentes
para sentirse acompañado
para saber que está ahí esperándonos quizás distraída pero siempre fiel.


*¿Cómo motivar a las personas para que se acerquen a la poesía?

Me resulta difícil responder en concreto
según mi experiencia están - a grandes rasgos -
los que aman
los que minorizan
los que no la conocen y tampoco quisieran hacerlo
(es que en general poesía/poeta son palabras que connotan para la generalidad cursilería, romanticismo, pacatería)
diría entonces que difundiéndola de todos los modos posibles
y sea a través de tertulias, de recitales, de talleres de escritura creativa
aunque para mí la mejor forma es regalar un libro de poesía 
ó dejarlo olvidado cada vez!
en un cuarto de hotel, en la estación de trenes, en un banco de plaza. 
La palabra escrita siempre nos espera/ es mi convicción.


*¿Qué son para ti la soledad y el silencio?

La soledad Sergio
la soledad cuando ES
en tan intensa, tan silenciosa, tan desnudadora
que cura, que angustia, que relaja, que te muere
y siempre te vive una vez más

el silencio es es estado imprescindible
sólo aturdiéndonos en él, podemos escucharnos

La invitada 


Pep Pepió 
Nació en Buenos Aires, República Argentina.
Egresada de la Universidad Nacional de Buenos Aires con los grados académicos de Contadora Pública y Licenciada en Administración. Profesiones que ejerce en la actualidad en forma independiente.

Con afición a la palabra escrita, desde edad temprana ha buscado enriquecerse en ella. Asistiendo ininterrumpidamente a cursos y seminarios literarios desde la finalización de su carrera universitaria hasta la actualidad.

Asimismo es constante su participación en encuentros literarios y congresos internacionales de letras y filosofía. 

Ha sido antalogada en ediciones varias. De su obra, de su prosa poética que connota brevedad, puede decirse que es una crónica de sentimientos. 



martes, 26 de septiembre de 2017

Fabián Paz. Los poemas

Preámbulo a la autocrítica número seis

Sobre
          el
              andén
                         las colillas de la vida que pasan y se
quiebran
en
                                   la
                                                                  esquina.


Porque hay un moribundo que asalta con su herida,
porque hay en mí un Bronx que res-plan-de-ce de tenerme
y después borracho orino contra Colombia.

Porque hay quienes rasguñas mis entrañas con preguntas va-lur-das,
porque hay hombres que gritan no volver a las mismas ma-ri-ca-das de antes
cuando tropiezan en el andén de la vida que se quiebra en la esquina.

Porque el destino es
                                  un
                                        perro
                        que
cruza
                          la
                                 calle
una ciudad que cambia de noche,
un goool de Rivaldo para sieeeemmpppre,
los niños perdidos en el bosque para siempre,
el principito que ya no sonrié arrojado a los semáforos,
dos zapatos izquierdos que no uso.

Porque hay quien canta idiotamente hasta bailar su desgracia,
porque ya no estoy aquí entre los hombres,
porque mi cuerpo es una rata asechando la incertidumbre,
porque un día quise asaltar un banco para comer mamoncillos en el verano de
Cali,
porque bellos gusanos besarán mi gloria,

porque los tombos me han robado a mano armada en una requisa,
porque en las noches bellas mujeres vienen a lamer las heridas con sus vestidos
limpios - Sin su Bukowski -
porque hay fuego en el 23
y hay autos que gritan
y semáforos que par-pa-dean
y seres ocupando la sombra
y pendejos escribiendo poemas.



Resurrección

En este tiempo donde el hombre prepara el apocalipsis
para la resurrección de Cristo,
yo también me preparo para conquistar
el paraíso que nos resta.

Nadie vendrá a salvarnos de nada,
ni nuestros mártires volverán:
ya nadie puede resucitar sobre estas tierras,
tardaría tiempo legalizar el derecho de vivir.

Cristo no tendrá dinero para el arriendo
de su estadía, ni mucho menos tendrá dinero
para pagarle a los que venden el agua
o la electricidad o la telefonía
o el alimento en las grandes cadenas de supermercado,
en el cielo no hubo tiempo
de reunir dinero por reunir plegarias,
además, ya está en deuda
con tanto Dios se lo pague.
- Ningún banco podrá prestarle -

No querrá desatar más guerras
con sus bestias escupiendo fuego,
a estas alturas no hay lugar en otro paraíso
y tampoco hay otro paraíso una vez más.

Demasiados vivos por resucitar:
yo los he visto arrastrar sus cadáveres
a las oficinas y a los campos de concentración,
a las clínicas de la nueva estética y a sus casas
a ver quién sabe qué cosa en la tv.



Cadáver exquisito número uno

Viajero del río pero no muerto,
he aquí la muerte en abandono,
una bala incrustada en la memoria,
las tijeras para cortar las palabras,
carne de cementerio entre nis versos,
rostros domesticados por el hambre del alma
mendigando a cualquiera el universo o una moneda,
metafísica en las agujas del reloj;
¿a qué hora reirán los payasos?
la ciudad ya no se espanta con la mentira.


Mastícame con la malacara de la marihuana
y ten piedad de ti por no parir tus dioses por mi boca,
las dos de la madrugada:
la trampa sin ratas,
los pies para ir a los bares,
el filo de una navaja sedienta de drogas,
las putas ofreciendo su falda
a quien siempre llega tarde,
Spinetta y una cerveza sedienta,
las manos para la alquimia y el óleo,
Calicalabozo entre mis sienes.

Las siete de la mañana:
afuera los mangos ruedan con su herida al sol,
a veces me distraigo no sé cuando
y viajo sin regreso,
me alimento a las tres de la mañana pero no me despierto,
el romanticismo para la academia,
para Colombia, Nepal y Marquetalia,
para mi garganta vino y silencio
mensajero de la sombra.


Haikus de la gente feliz

I

Dios ha enloquecido
de tantas voces
en su mente

       II

       Es tan grande
       la felicidad
       que cabe en bancos

III

Se cumplió la profecía,
ya empiezan a celebrar,
en el 2000 se acabó el mundo.



                                                                                         Fabián Paz

Fabián Paz. La entrevista

La poesía es un animal que acecha en la yerba, un dios que ruge al borde del precipicio. El abismo no tiene fin. El destino es saltar.

Bienvenido Fabián Paz al espacio Claroscuro.


 *¿Cuál es tu definición de poesía?

Es todo lo que sucede en un plano múltiple e infinito de posibilidades insospechadas, un desafío a la razón, un golpe directo (como en los mejores tiempos de Pambelé), es un río que ruge, un demonio recién nacido, la representación del caos del mundo, la música de las palabras; en ella hay fuerzas antagónicas que conviven juntas.


*¿Cómo es o debe ser el lenguaje poético?

El lenguaje poético siempre estará en constante trasegar y redescubrimiento, cada época es divergente y consecuente con el devenir de la historia. La poesía misma nos somete a miles de posibilidades de ser. Actualmente - y siempre han existido - encontramos poetas en el confort, faltos de investigación, experimentación y redescubrimiento, subestiman su capacidad de crear  mundos, como dejó consignado Vicente Huidobro "el poeta es un pequeño dios".


*¿Con qué palabra te identificas?

Me identifico con dos palabras: Alquimia y Tranquilidad.


*¿Cómo va la pintura?

La pintura, como la poesía, me representa algo tormentoso, una búsqueda que inicia en un oscuro abismo, una búsqueda de libertad a través del estudio del claroscuro, de la mancha y el trazo vertiginoso del carboncillo, la máquina está en marcha y es a eso a lo que me dedico de lleno aunque me sea cobrado por ventanilla como es normal en esta elección del arte. Algunas exposiciones y viajes me han dado descubrimientos y experiencias interesantes.


*¿Cómo va el Nadaísmo?

El Nadaísmo me abrió las puertas y me adoptó, ahora se debe avanzar, eso me lo enseñó, toda una generación se siente identificado con él, se quedó inscrito en la historia como un movimiento revolucionario. Por nuestra parte, como colectivo (La Sociedad Perdida), hemos rescatado su legado a través de publicaciones, gracias a él iniciamos este trasegar por la poesía. El Nadaísmo nunca morirá.


*¿Cuáles son tus influencias poéticas?

Mis influencias parten desde la ciudad donde crecí (sus calles, los personajes con sus virtudes y estupideces, sus azares, sus peligros y fortunas, sus perros...), el cine, las obras de arte, hasta los poetas feroces de estética libre que de repente encuentro, podría nombrar algunos sin establecer un matrimonio, la lista podría crecer o renovarse con el tiempo: Dario Lemos, Amilkar Osorio, Raúl Gómez Jattin, Héctor Escobar Gutierrez, Claudio de Alas, Andrés Caicedo, Nicanor Parra, Rodrigo Lira, Armando Rubio Huidobro, Felix Francisco Casanova, Leopoldo María Panero, Mario Santiago Papasquiaro, Jack Kerouac, Ezra Pound y Charles Bukowski, entre otros.


*¿Cómo la poesía influye en la formación de individuos y sociedades?

En lo que a mí respecta, pienso que la poesía puede influir en la formación de un individuo, lo arrojaría a otras esferas de la acción y el pensamiento, pero estaría lejos de influir en la formación de sociedades enteras, ya que el rumbo de estas están condicionadas por otros factores y necesidades abismalmente alejadas, no hay responsabilidad social en la poesía ni se le deben atribuir salvaciones a la humanidad en su nombre. El trabajo que hacemos con La Sociedad Perdida es el de abrirnos paso y mantener la autonomía del cosmos poético y del arte como un mundo existente para quienes ven en la poesía un rumbo, un acto de vida.


*¿Por qué creer en la poesía?

Aquí en este punto difiero, y preguntaría más bien y sin fantasías - Poesía, ¿Por qué creer en nosotros?.

El invitado




Fabián Paz (Cadavre Exquis) 

Nace en Caloto, Cauca el 7 de enero del 87 pero su vida trascurre en Calicalabozo; en esta ciudad camina por callejones & túneles tenebrosos, bebe cerveza, escucha Rock and Roll, convive con ángeles invisibles de alas incineradas, baila salsa, viaja en el Crema & Rojo Ruta 2, ve como caen las Torres Gemelas, , ingresa al Instituto Popular de Cultura, lee unos cuantos poetas feroces & se inicia en el mal camino de la poesía & el arte - es su religión -

Cofundador del Colectivo de Poesía Experimental La Sociedad Perdida en el 2014. Milita en el Colectivo Los Inadaptados de Cali, la Fundación Andrés Barbosa Vivas de Bogotá & otras subversiones. 

Pintor & prófugo de la Academia. No ha ganado ningún concurso de poesía ni hace méritos. Una mañana se despierta  - como en la metamorfosis de Kafka - bautizado por los Nadaístas en sus aguas malsanas pero va sin rumbo.

Ha vagado sin un peso en sus bolsillos por Ecuador, Perú, Argentina, Bolivia & Chile, donde en casa de Nicanor Parra aprende a no hablar bien de su poesía.
Actualmente vive en Pasto, Nariño. Su primera publicación aparece en el 2016 "Leviatán y otros poemas fracasados" que pronto será editado en Chile. 

jueves, 21 de septiembre de 2017

Cristian Avecillas. Los poemas

Poemas de Los Tiempos de la Humanidad

DEL ORIGEN AL GEMIDO

                                               

                                                                                                                  a Susana Chávez, siempre




Desde la piedra inmóvil hasta el hombre
Numa Pompilio Llona





De repente apareciste en la sabana
Para hacerme comprender todas las noches...




1
Entonces te toqué
Y tocarte fue iniciar el pensamiento:

El yo que estuvo inmóvil desde siempre
Al fondo de lo próximo.


2
Después te conocí,
Y conocerte fue ofrecerte un apetito:
El hambre de lo tenue y de lo tosco.


3
Después te preferí,
Y preferirte fue encontrar otro hábitat:
El hábitat de usar


4
Entonces comenzamos a explorarnos
Y la noche conoció la luz.
Un cuerpo se hizo luz para encender las llamas,
El otro se hizo llama para defender la luz.


5
Y al mirar con ojos de hombre lo mismo que miraba la mujer,
Al mirar la intimidad como mirando el horizonte,
Tuvimos que crear otro horizonte:

Aumentar el intelecto hasta afinar el ojo y aumentar el ojo
hasta afinar el paladar.


6
Al tocar con manos de mujer lo mismo que tocaba el hombre,
Al tocar la intimidad como tocando el horizonte,
Tuvimos que ocupar el horizonte:

Atenuar el nervio hasta inventar la mano y atenuar la
mano hasta inventar el tacto.


7
Al llevar mis lejanías hasta tus alrededores, tuve sombra;
Al juntar mi travesía con el margen de tu andanza, tuve cara;
Al tardar mi algarabía en las mitades de tu boca, tuve voz;

Luego vi mi sombra en la otra orilla de tu sombra
Y en el centro de tu cuerpo fui dos sombras.

Luego abriste el frenesí.


8
Fue el momento de entregarnos a las dos necesidades
Para unir nuestros adentros con ahoras,
El momento de avivar las intuiciones
para darle territorio al porvenir,

Porque atrás de los olores de tu sombra
Me esperaban los perfumes de la noche;

Luego abriste el frenesí.


9
Fue el momento de emplear nuestros pulgares y agarrar la raza,
El momento de ignorar el hambre y agarrar la raza,
El momento de agarrar las palideces de la raza
Y arrojarlas al fuego de la raza:

Luego abriste el frenesí.


10
Porque el único lenguaje era el gemido
Cuando el único universo era el gemido;

Luego abriste el frenesí.




DEL LENGUAJE AL CONOCIMIENTO

                                                                                                                a Iliana de Santiago



Aprender quiere decir unirse a las cosas
Matsuo Bashö

Al ver la luz moviéndose en la luz, haciendo
   forma en los colores, dijimos
Mariposa;
Y la tierra se llenó de polen.

Al ver la flor bajo el derrame de otra flor, haciendo
   aroma en los colores, dijimos
Flora;
Y la tierra se llenó de polen.

Al ver la tierra levantándose en el polen, haciendo
   polvo en los colores, dijomos
Polen;
Y la tierra se llenó de polen.
Entonces comprendimos:
La tierra entera es plan del polen porque símbolo es la flor...


1
Tocarte fue poner las dos necesidades bajo
   el manto de una sola sombra,

Decir tocarte fue necesitar.


2
Mirarte fue rehacer la calma,
Ese cuerpo que se aleja mientra deja en la
   pradera una fragancia,

Decir Pradera fue expandir una palabra libertaria
Para entender al animal antes de herir al animal.


3
Olerte fue sacar la rosa de la niebla
Para hacerla florecer en un misterio,

Decir Misterio fue encontrar la rosa en el rosal.


4
Besarte fue poner un horizonte en tu corola abierta,

Decir Corola fue olvidar un pensamiento sobre el pasto
Y entender la primavera sin rivalidad.


5
Escucharte fue augurar una llovizna en la caída
   de una fruta seca,

Decir Llovizna fue atrapar el cielo en un terrón de barro
Y observar el tiempo hasta atrapar la tierra.


6
Pensarte fue perder un cuerpo en el ameno vino de la espera,

Decir Espera fue encontrarte en la ebriedad.


7
Sentirte fue meter la vastedad del bosque
   adentro de la vastedad de un símbolo,

Decir símbolo fue meter la vastedad adentro de la realidad.




EL FINAL 




... En el principio, la explosión,
Aquel alarde de lo intacto;



Y luego, la expansión,
Este retorno hasta lo intacto.


                                                                                      Cristian Avecillas 


Cristian Avecillas. La entrevista

En la mitad del mundo se levanta un vuelo de avecillas, se alimentan las palabras con palabras, se piensa en las nubes y llora el cielo, y el cielo es en extremo azul, y la lluvia se derrama en abundancia. En la mitad del mundo se escribe un poema. En la mitad del mundo florece el hombre.

Bienvenido poeta Cristian Avecillas al espacio Claroscuro.


*¿Quién es Cristian Avecillas?

Soy un ser humano dedicado a la exaltación de lo humano, dedicado al festejo de la estética humana, y a la divulgación de los conceptos que forman lo humano. Mi reflexión no se dedica tanto a la acumulación de conocimientos sino a la acumulación de vida, a la cristalización de los materiales de la humanidad sensible y a la realización de trabajos y deleites destinados a estimular la humanidad ajena.

Soy un poeta decidido a la multiplicación de los lenguajes. He optado por diseñar mi voz de acuerdo a multivarios discursos con el fin de referir algún aspecto de mis intereses estéticos. Así he conseguido realizar varias obras de teatro, por ejemplo, en donde pretendo alcanzar la risa y la emotividad sencilla de la ironía ingenua; he conseguido acometer en la poesía para transformar el discurso de la cotidianeidad con el fin de reflexionar sobre la mujer, los dioses y la poesía; he escrito fábulas para multiplicar la inocencia de los niños; cuentos para ser mujer; ensayos para rescatar a quien merece ser rescatado de las garras de los dioses; biografía para rescatar a quien merece ser rescatado de los olvidos; y, sobre todo, he escrito canciones, con letra y música, con el objetivo de hablar del hombre común que soy.


*¿Cuál es tu definición de poesía?

En el universo genuino, el poema es lo genuino: todo existe haciéndose poema, llenando los afueras con lo adentro de un poema.


*¿Por qué creer en la poesía?

Más que por qué, para qué. La poesía ocupa el mismo lugar que ocupó a lo largo de todos los tiempos: el lugar de las incertidumbres, de los anhelos y de lo que nos hace humanamente humanos, el amor, el desespero, la subversión y la vacuidad de la vida. Toda victoria, todo país, toda propaganda, toda telenovela, se mueve en los ámbitos sensibles de lo que deseamos, de la voluntad de no morir, de la comprensión de los dioses y las totalidades, y para eso se utilizan recursos que son propios de la poesía.

Por lo tanto, quien cree en dios, cree en la poesía, quien cree en el amor, cree en la poesía, quien cree en un ideal, cree en la poesía, quien tiene una esperanza, quien cree en el destino, quien busca una amada, quien ama ya, quien amó y olvida, y quien amó y fue olvidado, y quien quiere olvidar pero ama, y quien batalla, y quien persiste, y quien dice cielo y nombra lluvia y piensa en agua y sabe que lloverá: cree en la poesía.


*¿Qué papel juega la poesía en la formación de valores y construcción de sociedad?

Todos y ninguno. Sabemos que el hombre es un animal predispuesto genética y estéticamente a la poesía. Y así se configuran las sociedades. Luego las sociedades mismas se encargan de negar la humanidad de otros, es decir de negar su poesía.


*¿Qué tanto se acercan o distancian la poesía y la filosofía?

La poesía no se acerca a la filosofía, pero permite que ella se le acerque. Incluso se acarician, podríamos imaginar que tórridamente, minuciosamente. Luego se despiden. Y sucede el poema, algo que no habrá de volver a suceder nunca más.

*¿Cómo es tu voz poética?

Mi voz poética es un esmero sintético de mis influencias y mis proyecciones. Estas últimas pueden sintetizarse en una: seguir produciendo y manteniendo una vida plena de literatura, bohemia, solidaridad humana, versos y amor. Las primeras a la música.

Mis influencias se remontan a la escuela. Tenía un profesor de música colombiano, Tirso Gómez, que ha sido decididamente el mayor hacedor de mi destino, él entraba a mi  aula para cantarme con su acordeón una canción típica ecuatoriana: el albazo Avecilla, con algarabía y con el coro de mis compañeros de aula. Esa distinción sencilla y cotidiana se repetía todos los días y me diferenciaba, claro que al principio fue más bien un sonrojo, una vergüenza lo que yo sentía en mis tempranos 6 o 7 años, pero luego me di cuenta de que era un himno para mí, una patria. Luego se sucedieron varios nombres claves: Efraín Sigüenza, quien me habló de amor y de poesía por primera vez desde la mudez posterior a una traqueotomía, Efraín, primo lejano, me indicó el camino hacia dios desde la negación de dios y la asunción del destino compartido al lado de una silueta femenina, pues él dejó los hábitos para después amar; tras las varias conversaciones que mantuvimos, en mí se formó la necesidad de una vida dedicada a la poesía que coincidió con mi casi inmediato viaje a Guayaquil. Ya en Guayaquil, la primera persona que apareció para darme un derrotero fue el poeta Óscar Castro quien me compartió libros y consejos y me presentó a los jóvenes guayaquileños que también había consagrado su existencia a la lírica. Recuerdo que, durante el fin de año de 1996, Óscar salvó del fuego funerario, de la pira enorme que los jóvenes poetas habían levantado con los libros que no merecían existir, varios libros que yo aún no había leído, diciendo: que los lea Cristian, que conozca que es la mala poesía y que sea él quien decida si quemarlos o no luego de leerlos; esa bondad es impagable.  Posteriormente apareció Juan Carlos Cucalón quien me prestaba dos novelas semanales para mi desarrollo. Y luego la Universidad Católica de Guayaquil en donde mis profesoras, sobre todo Cecilia Loor, Cecilia Vera, Gilda Holst y Cecilia Ansaldo, la una desde la cátedra de la femineidad creativa y la segunda desde la constante reflexión crítica, me encaminaron hacia la vida dedicada totalmente a la literatura.


*¿Hacia dónde va la poesía?

La poesía no va, está. La poesía no es, está. Y el poema es lo que no estaba.


Guayaquil, jueves 21 de septiembre 2017


El invitado


I Encuentro Internacional de Poetas "Germán Cardona Cruz"
Tuluá, Valle del Cauca
Agosto-septiembre 2017

Cristian Avecillas. Ecuador, 1977. 

Publicaciones:

Todos los cadáveres soy yo (4 ediciones; galardonado con Mención de Honor, 49° Premio Casa de las Américas, Cuba, 2008)

Ecce Homo II (4 ediciones; galardonado con Premio Nacional de Poesía César Dávila Andrade, Cuenca, 2008)

La identidad femenina (El Conejo 2008; galardonado con Mención Particular, Premio Global de Poesía Nósside,Italia, 2008)

Abrazo entre caníbal y mujer enamorada (El Quijote, Siria, 2009)

Caricias Lunch (La fraternidad, Argentina, 2011)

Estrategias para descarriar a una mujer

Los Tiempos de la Humanidad (galardonado con Mención de Honor, 54° Premio Casa de las Américas, Cuba, 2013; Premio Fondos Concursables, Ministerio de Cultura del Ecuador, 2015)

Fundador del Grupo TEATROMIENTO. Dramaturgo y actor en Funeraria Travel (Premio de Dramaturgia, Argentina, 2009). Dramaturgo y director en Mama Prometea (Premio Fondos Concursables del Ministerio de Cultura del Ecuador, 2012). Dramaturgo y director artístico en Volverse humanidad (estrenada en La Habana, 2014)

martes, 12 de septiembre de 2017

Guillermo Eduardo Pilía. Los poemas

La voz trabaja a pérdida

La voz trabaja a pérdida, los dedos
se corroen. Hablo y soy como un niño
herido por el agua.

Ahora tengo este dolor que es de sílabas
cribadas por la lluvia, desgastadas
bajo el diente del pudor y del tiempo:

aroma de cal húmeda en las obras
en construcción; perfume de alquitrán
que ascendía de las calles más nuevas...

Todo es como un verano de mi vida
sin conciencia de la muerte, una huella
sin glorioso ni mísero destino.

De Herido por el agua


Detrás de un vidrio opaco he visto un mundo

Como el santo, llevo ocultas mis máculas,
mis bubas, mi albarazo, así parece
que convalezco de un mal metafísico

Detrás de un vidrio opaco he visto un mundo
con los labios en llagas. Y no he ido
más allá de mi laja o mi baldosa:

igual que un cuadripléjico, que un tísico
que después de postrado varios meses
ya no acierta a tentar los viejos pasos:

el que un día, sin dolor, reconoce
que aquel juego de piernas y tobillos
nunca fue caminar.

De Herido por el agua



Todos llevamos una grieta invisible

La lluvia arranca este día las hojas
perennes, aquellas que no debían,
al menos en el año, perecer. También
hoy soy hoja que la lluvia ha arrancado,
uno más de los que tienen su cuerpo
del color de un niño ahogado en un charco.
Aquel de quien la tormenta procede
es Aquel hacia el que voy arrastrado.
Y estoy como la tinta desteñida,
que no mancha ni impregna los cajones
con su perfume a alcanfor. Qué fatiga
tenernos que morir...Si yo hubiese sabido
que todos llevamos oculta una fisura
de nacimiento, una grieta invisible...

De Ainadamar




Una flor que lenta morirá

En las mesas de luz de los enfermos
se amontonan sin orden muchas cosas
con tristeza infinita: un vaso de agua
a medio beber, remedios, goteros,
un reloj que ya no entra en la muñeca
-medida de un tiempo entre el dolor
y el hastío-
pulseras y anillos inútiles, papeles
con la letra apretada y sin pena de un médico;
y una flor que lenta morirá - como imagen
en espejo - o tu rostro, Dios mío.  Objetos
que hablan de lo mucho o lo poco que
le amaron,
del que vela a su vera, del que viene
sólo por compromiso; del ausente,
del incapaz de mentir por amor.

De Ainadamar


                                                                    Guillermo Eduardo Pilía


Guillermo Eduardo Pilía. La entrevista

Poesía, alma humana, sangre humana, tiempo del hombre.  Memoria, añorada infancia. Iluminación.

Bienvenido Guillermo Eduardo Pilía al espacio Claroscuro.


*¿Quién es Guillermo?

Hay varios Guillermo Pilía. Uno es el Guillermo del que hablan mi currículum, las solapas de mis libros, los textos de las presentaciones: graduado en Letras, catedrático, académico, autor de unas 25 obras, ciudadano ilustre de La Plata. Otro es el que me siento: un niño grande que juega a contar sílabas con los dedos.


*¿Qué has encontrado en la poesía?

Un mundo alternativo al que me ha tocado vivir. Este mundo hecho de miedos y de culpas, de crueldades, de egoísmo, de muerte y malsonancias, tiene su contracara en ese otro mundo, que quizás no sea el ideal, el de la palabra, el de la creación, el de la luz, el de la hermandad literaria. 


*¿A dónde te ha llevado?

A construirme una vida sobre esa piedra angular. Eso no quiere decir que no haya tenido que trabajar, luchar por la subsistencia, comprometerme con la política. Pero desde chico tuve clara mi vocación literaria, y todo lo que hice en la vida, mi estudio, mi trabajo, muchos de mis afectos, han girado en torno de las letras. No sé adónde me terminarán por llevar, porque aún estoy en camino.


*¿Hay alguna palabra con la que te identifiques?

Hay varias, pero creo que si tuviera que elegir una, diría "memoria". La poesía es rememoración de una experiencia. Del mundo de la infancia, con su carga de nostalgia, de dolor por lo que no va a volver, de los "esplendidos amores", como diría Rimbaud, que recordamos con melancolía. Siempre escribimos sobre lo que pasó, aunque haya sido un pasado reciente, porque la poesía es un arte temporal. Y como el recuerdo, como la memoria, la poesía es selectiva, juega entre la rememoración y el olvido.


*¿Por qué escribir poesía?

Para intentar al menos que el mundo sea un poco menos horrible de lo que es. Para que los hombres tengan un poco más de alma de hombres, diría Blas Infante, un poco más de luz. Porque, como escribí en un poema, comparándome con Sancho, siempre he querido servir a  algún ideal, con la posibilidad peregrina de cambiar algunas cosas y la certeza de terminar apaleado.


*¿Qué poetas o que lecturas recomiendas?

Imposible hacer una lista, sería interminable. Mis grandes amores han sido Rimbaud, Rilke, Trakl, Eliot, Pavese, Quasimodo, Montale, y casi toda la poesía en nuestra lengua. En honor a Colombia debo decir que uno de mis poetas preferidos ha sido Álvaro Mutis. Pero como ya puntualicé muchas veces, los poetas no leemos sólo poesía. A mí me gusta además la historia, la psicología, la filosofía, todas las ciencias humanas y el arte en general, de todo he exprimido motivos para escribir.


*¿Qué opinión te merece la poesía que se escribe y se ha escrito en nuestro continente?

No sé si será temeraria esta afirmación, pero creo que lo mejor de la poesía en lengua española se ha refugiado en nuestro continente. Si España, en los últimos siglos, ha podido exhibir un Antonio Machado, un Juan Ramón Jiménez, un Federico García Lorca, un Miguel Hernández, un Blas de Otero, nosotros hemos respondido con un Rubén Darío, un César Vallejo, un Pablo Neruda, un Roque Dalton, un Gonzalo Rojas, un Alberto Girri. Somos un continente enorme y abigarrado, vivimos ignorantes de la mayoría de lo que están haciendo nuestros poetas, pero también tenemos un ansia de fraternidad que no creo que se dé en otra parte del mundo. 


*¿Por qué creer en la poesía?

Porque está adentro de mí, lo mismo que Dios. Lo que después yo haga con esa fe es otra cuestión. En otra época creía también en la política, ahora, lamentablemente, ya poco. Entonces, la única herramienta que me queda, para lograr el sueño de la unión latinoamericana, es la palabra.


*¿Hacia dónde va la poesía?

No sé, ella es bastante desobediente, le gusta andar correteando por aquí y por allá, nunca dice adónde sale ni a qué hora vuelve, es como un adolescente. Pero tengo la impresión que, a la larga, lo que quiere es volver a sus orígenes, cuando estaba hermanada con la música, con la danza y con el canto.

El invitado


Guillermo Eduardo Pilía (1958, La Plata, Argentina). Es catedrático de Lenguas Clásicas y de Teoría Literaria. 

Publicaciones: Arsénico (1979); Enésimo triunfo (1980); Río Nuestro (1998); Río Nuestro/Cazadores Nocturnos (1990); Huesos de la Memoria (1996); Viento de Lobos (2000 plaqueta); Visitación a las islas (2000, plaqueta); Caballo de Guernica (2001); Ópera flamenca (2003); Herido por el agua (2005); Ojalá el tiempo tan sólo fuera lo que se ama (2011); La pierna de Rimbaud (2012); Caballo de Guernica/Guernica Horse (2014, versión inglesa de Brian Cole); Elegías de Casa Bermeja/Elegias de Casa Vermelha (2014, versión portuguesa de Ana Lía Torres Obeid; Selene y Endimión); Ainadamar (2016); y Sobre la cuerda y sin la red (2016). 

Sus textos le han reportado varios premios en Argentina, España, Francia, Estados Unidos, Perú y Ecuador. Con el poeta chileno Andrés Morales codirige la Colección de Poesía "Cuadernos de Casa Bermeja". 



sábado, 9 de septiembre de 2017

Rodolfo Ramírez Soto. Los poemas

El vidente

Aprendí la mirada profunda, la que se desliza dentro. Ahora, frente a ustedes, intercambio borrosos bienes. Uno o dos minuticos de su tiempo me bastan. Mi intención no es incomodar. Escuchar no los obliga a comprar. [No reparan en mi cara: solitaria y maravillosa. Indiferentes voltean hacia la calle]


                                                     Nadie atiende a la voz de su profecía 


El impuntual

Desconozco de manera precisa el tiempo. Las cosas en su mudanza y yo siempre. En deshoras me desvivo. Sagrado es el instante

                                                                                      lo demás es incierto.



El ubicuo

Adonde voy estaré. Me espero para partir. Juego al escondite conmigo. Cuento hasta diez y listo o no me salgo a buscar en los lugares en que me sé. Todos los míos están por ahí al tiempo en todas partes. Adrede no me encuentro.

                                                                                   Tengo miedo de mí.


                                                                                  Rodolfo Ramírez Soto

Rodolfo Ramírez Soto. La entrevista

Si falta el hombre, falta la poesía; pero, y sí la poesía falta, ¿para qué el hombre?
Nuestras huellas en el mundo están trazadas por las emociones, son ellas quienes abren el camino, dictan la fortuna o la desdicha, nos muestran los cielos o los abismos.

Bienvenido Rodolfo al espacio Claroscuro

*¿Quién es Rodolfo?

Esta es una pregunta sin respuesta, o por lo menos sin una respuesta definitiva. Puedo decir que soy un ser humano en permanente construcción. Me construyen mis interrelaciones con los demás seres humanos; con Bruno - un Beagle próximo a cumplir dos años y que hace año y medio llegó para conformar una pequeña manada con Alma, mi esposa, y conmigo -; con Arlet, mi hija; con los libros de mi biblioteca - como son pocos aquí toca incluir varios libros de la Luis Ángel Arango y de la biblioteca de la Casa de Poesía Silva -; y con Bogotá. Esta interrelación se concreta en mis acciones, y mis acciones en menor o mayor medida repercuten en los demás. Así las cosas, soy todo lo que sea que digan de mi los demás.


*¿Para ti qué es poesía?

Paul Valéry me regaló la respuesta a esta pregunta, así que simplemente intentaré parafrasearlo - aunque claro con el tiempo he tratado de aprehenderla y apropiármela -: es una emoción intensa que cada una de las personas que habita el planeta tierra somos capaces de sentir. Sin importar si se ha pasado por una academia o no, si se lee o no, en tanto seres vivos todos estamos en capacidad de sentir en algún instante, y por cualquier razón, un momento intenso que nos permite descubrirnos en sintonía con el universo. Esta emoción tiene la particularidad de ser intensa, sí, pero a la vez efímera, por eso el ser humano, siempre en pelea con el tiempo, ideó un artilugio de palabras que intenta atraparla y replicarla. El artilugio es el poema y a la técnica para construirlo también la llamamos poesía. Así las cosas la poesía tiene un fundamento en nuestro entorno natural, en nuestra cotidianidad, el cual somos capaces de percibir. Y uno lingüístico que se cimienta en aquel otro con la intención de ser su réplica.


*¿Qué te motiva a escribir?

Nada en particular. O todo, si lo prefieres, que es la otra manera de entender el enunciado inicial. En Rilke aprendí que se debe afinar la mirada y estar atento al entorno que a diario uno transita, allí se revelan los motivos que se convierten en el motor de la escritura. Puede ser cualquier cosa. Así entonces una reflexión personal sobre la vida, el recuerdo de un juego de mi hija en su primera infancia y actualmente las personas que nos topamos y no notamos, se han ido convirtiendo sucesivamente en los motivos de mis escritos. Seguramente vendrán otros.


*¿Por qué escribir poesía?

Porque el ejercicio de composición del poema enriquece como individuo. Permite establecer contacto con el mundo y con los otros en el mundo. Entrar en sintonía con lo que hay en nosotros que nos trasciende y al tiempo nos iguala, nos hermana en tanto que seres vivos. Permite ver. Ver otras maneras de organizar el mundo, otros mundos posibles.


*Si no fuera la poesía el lenguaje el lenguaje elegido para sentir y expresar el mundo, la realidad, la intimidad. ¿Cuál sería ese otro lenguaje?

El cine. Va de la mano con la sensibilidad de estos tiempos. Se relaciona con otras artes: literatura, música, danza, fotografía, pintura, etcétera. Es incluyente y tiene además una tremenda facilidad para ponernos en comunión con el otro.


*¿Que piensas de la poesía que actualmente se escribe y se hace en Colombia?

La poesía en Colombia siempre ha sido conservadora. De esa dada al artilugio verbal e incluso a la grandilocuencia. Hoy en día-con el ajuste lógico a los nuevos temas y el paso del tiempo-no ha cambiado mucho. Aún nos gusta esa poesía culta y más o menos así escriben todos, o intentan. Si te fijas hay como una formula que parece repetirse, lo cual torna el paisaje de la poesía colombiana un tanto plano. No es culpa de nadie, esa es nuestra tradición, en ella nos enmarcamos todos nosotros y desde ella tenemos que construir. Algunos han construido una obra hermosa desde allí y otros, unos pocos, juiciosamente se han empeñado por apartarse de ella y construir un nuevo discurso. Estos últimos, como escribió Vallejo, "Son pocos; pero son". Los demás quizá, ese es mi caso por lo menos, tratamos de encontrar el justo medio entre uno y otro extremo, pero la labor está casi toda por hacer.


*¿Qué puedes comentarnos de tu labor como Gestor Cultural en RELATA RED DE ESCRITURA CREATIVA?

Yo hago parte de RELATA gracias al Taller de Poesía Ciudad de Bogotá: Los Impresentables. Mi labor entonces, en principio, es hacer posible el taller. Me encargo del diseño de los contenidos del programa que vemos en el año y diseño también los ejercicios que desarrollamos en las sesiones. Evidentemente debo velar además por tener un lugar dónde dictarlo, por fortuna desde el 2013 tenemos el apoyo del Instituto Caro y Cuervo. En el taller he tenido la oportunidad de acompañar el proceso creativo de unas 245 personas, y el privilegio de que estas personas acompañen el mío, y además he podido visitar e intercambiar experiencias con otros talleres de la red. Vista así mi verdadera labor en RELATA vendría a ser estar en contacto con algo que denominaré: la literatura viva. Alimentar y alimentarse de dicha fuente es el trabajo. Se parece mucho a mantener la fogata encendida en un campamento.


*Por último ¿Hacia dónde va la poesía?

Hacia donde sea que vaya el ser humano, si nuestra especie desaparece de la faz de la tierra, algo que cada vez parece más probable, hasta allí llegó la poesía.


El invitado



Rodolfo Ramírez Soto. (Bogotá, Colombia, 1973). Autor de Tintasangre (Casa de Poesía Silva-Funcreta Ediciones/Bogotá, 2003). Fundador de la experiencia literaria alternativa Los Impresentables. Director del Taller de Poesía Ciudad de Bogotá, adscrito a la Red Nacional de Escritura Creativa: RELATA, del Ministerio de Cultura de Colombia. 

Aparece en las antologías: Antología Relata (Ministerio de Cultura de Colombia, 2016); Palabras como cuerpos (Épica Ediciones - Observatorio de Dinámicas Sociales y Territoriales en Colombia 2013) y Antología del poemario perdido en la geografía venezolana (Fondo Editorial Teatro de Venezuela 2007)

Textos, reseñas y artículos suyos han sido publicados en revistas como: Golpe de Dados, Revista Casa de Poesía Silva, Puesto de Combate, Ulrika, Cúpula, Águilas y Moscas y Otro Páramo - en Colombia -; La Jornada Cultural y Círculo de Poesía - en México -; Nuevo Amanecer - en Nicaragua -; Sujeto Almado y Letraria - en Venezuela -; El Amanecer - en los Estados Unidos -. 

Escribe el blog Los Impresentables alojado en la plataforma virtual del diario El Tiempo. Es realizador y co-presentador Los Impresentables Radio que se trasmite en CyCRadio, la emisora virtual del Instituto Caro y Cuervo.

http://blogs.eltiempo.com/los-impresentables









viernes, 8 de septiembre de 2017

Nanda Álvarez Pazmiño. Los poemas

No tienes 

No había que ser tan poética... expropie el corazón
Tan solo me deja ir por las ramas de mi sangre
Vencí los términos de mis agujetas...
Perdona las veces que te amé, fui inútil y visceral
Fui la veleta que atravesó tus lunares para volar en el pantano de unos besos fingidos
Mi inconsciente se detuvo al palpitar tus brazos...


Ahora soy un solo desafinado



Ojos alegres

Mi país eterna morada de amor,
magia que transporta mares, ríos y montañas
vientos de PAZ se acercan
Fusiles muertos,
libros despiertos,
ojos alegres patria mía



TIN, TAN, TIN, TAN

Soy cada verso que tiñe mi sangre
La bandera que empujó mi corazón al incierto desierto de tu existencia;
El mar recogió las lágrimas que ahora son cristales que bordan mi cuerpo de alegría
Al recordar cada camino que he pisado, cada paso que he dado para llegar a ti
Ahora a mi eterna melancolía la abraza el viento del sur...

La cobija las plumas del tango
Recibo el abrazo de papá en una llamada...
La champan de casa será un espejo de mi ausencia
y finalmente las copas se abrazarán al sonar las 12, tin, tan, tin, tan...
TIN, TAN, TIN, TAN

Jueves 22 de diciembre de 2016, Buenos Aires, Argentina 


                                                                             Nanda Álvarez Pazmiño

Nanda Álvarez Pazmiño. La entrevista

La poesía, sencilla forma de encarar el mundo. La sencillez es sabia, la sabiduría, pureza, la pureza espíritu y el espíritu vuelve a ser poesía.

La palabra es sencilla como un sorbo de  agua.

Bienvenida Nanda al espacio Claroscuro.


*¿Cómo defines poesía?

La defino como pequeños momentos de felicidad, de rescate de lo cotidiano.


*¿Qué tanto hay de ti en tus poemas?

Los poemas tienen mucho de mi, en cada poema está mi sentir, a lo que pertenezco y lo que he vivido en el trascurrir de la vida. 


*¿Qué buscas y qué has encontrado en la poesía?

No busco nada, puede sonar raro, pero sólo deseo poder escribir algo que llegue a los corazones de las personas. En la poesía he encontrado paz, sosiego, amigos y desahogo en los momentos más débiles de mi vida.


*¿Qué opinión tienes sobre la actual voz poética femenina en Colombia?

Creo que hay mucha mujer joven escribiendo en Colombia, por suerte es un campo que comienza a abrirse y explorarse y hay chicas muy buenas. A mi parecer hay mucho por rescatar, gente realmente valiosa. 


*¿Por qué escribir poesía?

No sé, puede sonar feo, pero es que a mi la poesía me encontró, y yo me dejé llevar. Me gusta escribir imágenes, metáforas sobre lo que vivo. ¿Será de pronto esa una respuesta?


*¿Qué son la soledad y el silencio?

La soledad es mi gran compañera. El silencio es el fiel amigo de la soledad, que por momentos me acompaña. 


La invitada 



Soy Nanda Álvarez Pazmiño, tengo 27 años, soy caleña, graduada de finanzas y sistemas contables, ejercí durante unos 8 años esta hermosa profesión. Los últimos cuatro años la poesía me encontró y me rescató. Soy poeta en crecimiento, aprendiz, enamorada del amor, creo a veces en los cuentos de hadas, pero también creo en la realidad que es gris y que a veces se torna de colores. Resido en Buenos Aires hace nueve meses, estudio teatro, gestora cultural en práctica y aprendizaje. Próxima a inscribirme en la Universidad de Avellaneda en estudios de Gestión Cultural. 


martes, 5 de septiembre de 2017

Diego Alexander Vélez Quiroz. Los poemas

Imágenes de domingo frente a la puerta de San Pedro

El cielo entró en receso ante el altísimo precio del pecado.
Caos lleva el rostro de un jardín sin manzanas,
es uno más de los ciegos amantes.

Parece que Dios se ha colgado en los cabellos de María,
no se sabe cual será el tamaño de su sepultura.

Los arcángeles rumoran el regreso de Adán.
Se ofrece recompensa a quien brinde información
sobre el paradero de Eva,
desde su partida han muerto todas las serpientes
provocando una progresiva desaparición de las especies.

Las charcas del cielo se han llenado de espinas,
por ello mueren los ángeles de sed.

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El infierno es un volcán extinto,
un niño salta a la cuerda en sus entrañas.
El fuego siempre vuelve.
Sí, el cielo está a punto de desaparecer
y en ti sigue haciendo frío
¿Adónde irás entonces?



La alquimia imperfecta

Una alquimia imperfecta nos condena:
aquí estás,
creces hacia el sol como los árboles,
buscas la luz y la provocas.
Penetras mi suelo, me alimentas.
Aquí sacias mi sed, allí mi hambre
y en todos lados mi desnudez contigo.
¿Y yo?
También me elevo, 
pero no hacia la luz sino hacia el aire, 
ese lugar vacío que es el aire.
Y me disperso en largas humaredas
a provocar la lluvia que te moja.
Provengo de un incendio y ardo,
ardo y me elevo y me disperso,
y te hago incendio aquí en la tierra
y yo me incendio, nos incendiamos amor,


nos incendiamos.


Al final, después de los incendios simultáneos,
justo después de arder sobre la tierra,
tú vuelves a la luz, como los árboles.
Yo debo resignarme a mi destino,
dulce ceniza del recuerdo,
alquimia imperfecta de los cuerpos.




Poema de la ira

Hace frío sin ti, pero se vive
Roque Dalton

I

Quién te dijo malparida que mi dolor es
una dádiva a tu ausencia. Quién te dijo que
todos los caminos se han tornado de ida y
yo sigo esperando, con los ojos callados,
ver tus pasos de vuelta.
Quién pasó para decirte que no me queda nada,
y que incluso la nada me falta, y tu presencia.

Qué espejismos llevaron con sed a tus oídos
para que te acordaras lejana de mi angustia.
No, no lo creas todo porque apenas si duele, no me juego la vida:
me sangran las heridas, no lo niego,
entre el plexo solar y las negras entrañas tengo un vacío abierto
que amenaza (constante) con romper mis costillas y trasmigrar
en polvo mi gastado esqueleto.
Es cierto también que he perdido los miembros.
Dejé de usar las piernas y han perdido sentido
las cuencas de mis manos que insisten en tocar
tu dulcísimo seno (basta cerrar los ojos, y un recuerdo).
Si, me estoy quedando ciego y al final de la noche
miro hacia el horizonte y apenas si distingo la sangre de la aurora.
¿Qué te puedo decir? me deshago.


Pero no creas todo porque todo no alcanza,
no seas ingenua y tonta,
yo no le temo al barro.


No creas que aquí ya nada es bello,
que atardece en mil grises y que apenas la sombra
me cubre con sus fríos. No es como si la fuente
de mis exhalaciones, de todos mis respiros, se hubiera
evaporado dejándome sediento y a punto de asfixiarme,
sin aire, sin un toque de brisa, en este atroz desierto.


¿Quién te ha dicho que muero?
Nadie, nadie se atrevería a decir que en mi casa
las aves carroñeras han fundado sus nidos
y devoran, hambrientas, las ventanas abiertas,
los marcos de las puertas, las tejas, las cenefas,
los pisos con su brillo, tus armarios vacíos,
los vasos para el agua,
el jabón de lavar y hasta la tubería.
Nadie confesaría
que entre tanto despojo pervivo yo ¡horroroso!
sentado en una silla que apenas si presiente
la humildad de mi cuerpo menguado por la ausencia
(no la tuya, la mía) y la falta de sueño.
Nadie, nadie, si me conoce, dirá
que en esa silla vegeto desde agosto, exactamente el trece
(día de mala suerte) en que saliste airosa
arrastrando con sorna tus falsos
ademanes de libertad de día, y me dejaste preso.
Quién te dijo que espero, ahí, aquí
o en cualquier lado, anclado en el recuerdo
de una vieja caricia, del beso de febrero,
de la tarde en que impúdicos ocultamos las
manos entre los pantalones (yo las tuyas, tú las mías)
y tocamos con júbilo y torpes movimientos
la fuente humedecida de la vida.
¿Te parece, acaso, que pienso en los detalles?
Tal vez, recuerdo claramente, podría dibujarlo,
tu desnudez sedienta vencida por mi aliento,
diciendo con los ojos: tengo en el cuerpo un grito que
llevará tu nombre (hoy pienso que fue falso tu grito,
tal vez hasta mi nombre).

Nadie, podría jurar que nadie te reveló
el secreto que guarda mi silencio:
no puedo decir nada, ya no leo ni escribo,
le temo a las palabras , a sus precisas sílabas
y a sus corvos acentos. Me siento condenado
y es posible que pronto me quede sin empleo.
Pero estoy resignado, prefiero que el silencio
me alcance con su canto. Odio los alfabetos porque en todos,
lejano, se repite tu nombre y no puedo callarlo.
No, nadie ha dicho esas cosas,
nadie dice que aulló cuando llega la noche
y que en ese momento, justo a las nueve y treinta,
luego de ochenta versos (tal vez un poco menos)
temo que mis palabras sean en verdad un ruego
que se repite, antiguo, con la intención honesta
de implorar tu regreso.


Tal parece que nadie te ha dicho demasiado,
pero no se equivoca.


II


Te resumo mi furia:
me arden los pulmones, es más que insoportable,
al respirar el aire que una vez respiraste. Cada cosa en mi casa,
que hoy es un gueto en ruinas, lleva aquella fragancia
que todas las mañanas antes de entrar al mundo
calabas en tu cuello, tu exactísimo cuello que paseabas desnudo.
Dimanan mis enseres aromas de tus manos precisas para el tacto
y los pisos repiten con toda simetría las huellas de tus dedos
paseando por los cuartos y llegando de pronto (casi puedo tocarte)
hasta mí que esperaba, con tu piel en mis labios, vencer las soledades.


De mi pluma diseca, de todos mis bolígrafos y
hasta de los teclados, no brota más que bilis que se
esparce, violenta, por todos los rincones de mi terca memoria
y allana los recuerdos, los baña con su ácido.
Por eso, allí donde una imagen te llena de azahares
e irriga por tus pechos el sol de primavera,
yo solo veo heridas, belleza inacabada que
no alcanzan mis manos.


Por no enlazar tus dedos he cerrado los puños,
los paseo en su guardia y me doy de trompadas
con todos los espejos que me miran ¡canallas!
con cara de abandono, de mortal desahuciado.
Lucho a diario conmigo, me derribo en la entrada
de todas las mañanas, me estrujo hasta las cuerdas
templadas de la tarde, caigo sangrante al plato,
me levanto y ataco, pero al llegar la noche
los rounds me han agotado: vencido por tu ausencia
me derrumbo y me callo.


III

¿Y luego qué, y la vida?
La vida es un espanto:
nazco cada mañana seguro hacia la muerte,
me deslizo sangrante por las tardes sinuosas
esperando un milagro: un voraz maremoto que
arrase con su llanto el suelo en que me paro.


La vida es esa espera, una espera que nunca se ve recompensada,
es un paso seguro por caminos errados en que me pierdo
y vuelvo, como Sísifo al barro.
Me caigo y me levanto.
Camino por las calles y no veo otra cosa que
despojos y llanto: el pasar de los autos con su espectral chirrido ,
las matronas cansadas, los crueles rascacielos,
los caminantes, los niños y los tristes amantes,
el sol que se golpea sin pena en el asfalto, los andenes poblados
de comercios insulsos, la mirada furtiva de unas diez prostitutas
y la verga cansada de un travesti, también cansado.
Todo, todo, todo esto se me antoja inservible y chocante.
¿Quién dice, quién es el insensato,
que este paisaje enfermo es de verdad la vida?


¡No! La vida es otra cosa,
la vida es tu presencia vagando por la casa,
tu facha de muchacha recién amanecida
que pavonea sus piernas (ese par de milagros)
por las calles estrechas de un barrio de estudiantes
y se detiene,  niña, a consolar un gato que maúlla
en un prado, lo lleva hasta mi casa y con excusas
tontas lo alimenta y lo lava, lo bautiza y lo instala,
como a un dios perezoso, en medio de la cama.
Sí, la vida es otra cosa,
no estos ojos cansados de mirar
un recuerdo que se esfuma en tus pasos,
tan lejanos de casa, tan lejanos de todo.


La vida es un platillo con apenas lo justo
y tu sonrisa amplia que simula un banquete
para opacar mi pena por un mes de miseria,
un año resistiendo contra la economía,
cuatro años de prestado, de letras y de fiados.
La vida, vida mía, es tu mano en mi mano
firme en todos los tramos, tu voluntad de río
sacándome del barro. Sí, la vida es todo eso:
un te amo de rojo tallado en el espejo, las sábanas
revueltas, las ropas por el suelo, dos cuerpos
que se tejen en un cuarto pequeño.
Tu presencia a mi lado, eso es la vida.
¿Y esto? es apenas la sombra de lo que fue la vida,
una herida de muerte que va sangrando tiempo,
la aridez en un cuerpo que se resiste, enfermo,
a seguir la rutina de caminar a veces, saludar
a quien llega y despedirse siempre con un beso
de plástico. Aquí queda un harapo, la llaga de la vida
que mamá llama hijo, la prostituta cliente, el casero
muchacho y un título inexacto designa licenciado.
Es todo lo que queda: me caigo y me levanto.


IV

Pero te sobrevivo: tengo como ventajas
mi amor a la caída, la vocación de fondo,
y una ira embriagante, resplandeciente, airosa,
propicia para el fuego que consume, implacable,
las huellas que en mi cuerpo dejó tu árido paso.
Hice de las heridas una casa orgullosa,
solo triunfa quien lleva con placidez y júbilo
su dolor a las fiestas. Y yo festejo siempre,
no sé por qué motivo, pero río de muerte ante
cada tropiezo, amo hasta la locura la piedra
que recibe, con humildad opaca, mi golpe
despistado tras la larga caída. Entre la piedra y yo
ha nacido un romance de pequeños estragos:
yo caigo, ella calla. Somos como dos vírgenes
a las puertas del cuerpo, cada temblor es nuevo.



                                                                    Diego Alexander Vélez Quiroz