Otra vez es al otro día
sol de otoño en la mañana
voy hasta tus manos
acariciada florecida...
estás en el olor del café
con tibias humedades salgo a la mañana
su viento es tu viento
te encuentro en los ocres
otra vez acariciada florecida...
tu cara sonríe en el gesto
tu sonrisa es tu cara
tu beso último es mi afán
te nombro
ya te extraño
Se detiene el instante
hay silencio
hay pausa
no hay reflexión
no vuela la alondra
el silencio llega
sagrado e inmutable
y en profano ritual
ausencia el grito
se detiene el instante
se vuelve sacro
El otro nombre
algo empieza
es el día apurando con su luz
abre los ojos
se retrae
se esconde bajo la almohada
mientras
algún ruido exterior y conocido
corrobora el inicio
ella se despierta
sabe su quehacer
dejar la cama mirarse al espejo
por la ventana asomar la cabeza
celebrar al sol
decir qué lindo día
sólo que hoy no podrá
hoy es domingo
el otro nombre de la tristeza
Mutismo de niebla
allá adelante la niebla
intensa y muda
como este miedo mio
un miedo callado
repleto de soledad
casi a la intemperie surco la ruta
lago y montaña
(aunque allá al costado sobre la rama hay un casal!)
las lágrimas vienen con fuerza
ante el inesperado festejo de otoño
en el vaivén el auto es veloz
hace huellas
siento mi alma como aquella rama
de verde invisible hoy aunque conocedora de soles
siento mi alma intensamente
por eso la dejo huir sin pudor a cobijarse en la niebla
Pep Pepió
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