miércoles, 18 de noviembre de 2020

Carlos Eduardo García Gil

 

El poema como agua que cincela la oscura profundidad del pensamiento, el agua como poema que se desborda y arrasa lo que encuentra en su camino.

Bienvenido poeta Carlos García Gil al Claroscuro 


Carlos Eduardo García Gil, Tunja, 1981. Licenciado en Filosofía y Magister en Historia de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. 

Publicaciones:

A tientas del olvido, Tunja, 2013 (Antología Poética) 

Ahora que calienta el corazón, Madrid, 2017 

Poemas del Desasosiego (Premio de Poesía CEAB 2014) 

Desolación (Premio de Poesía CEAB 2018)

Exhumación, UPTC, Tunja, 2018 

Guerras ocultas en la Historia reciente de Colombia, Madrid, 2017


Ha sido tallerista y escritor invitado del área cultural del Banco de la República, y de diversas corporaciones artísticas de Tunja y del Departamento de Boyacá. Actualmente es docente de la Escuela de Filosofía y Humanidades, UPTC. 




*¿Quién es Carlos Eduardo García Gil?

Un habitante de páramos mudos y nebulosos, un nómada de estancias melancólicas; habitante del frio, testigo de una soledad incesante, del principio inherente al fin, de lo que aún no es comienzo; bajo la tenue inercia de los objetos y el tenue solido de lo que se aleja, un testigo que se diluye, una voz que se esfuma, ¿Quién recordará así nuestras huellas?


*¿Qué es poesía?

Un canto de gratitud y gozo, “un pensamiento sentido” de incertidumbre y angustia, una imagen nebulosa que retrata la densidad transitoria del mundo; un canto que devela y oculta; un retrato que persiste en el ruido de las piedras, la lluvia, la risa y el llanto. La poesía es la hermana del silencio y el dolor; el anhelo que, desde un futuro próximo, retorna al hogar de un pasado inamovible; la poesía es el reverso del mundo, y su continuidad; como el animal hambriento en su paraje deshabitado; la furia impera pero cesa su curso. Cuando lo compuesto deambula hacia la inexistencia y el olvido, he ahí el poema, en lo que pierde color y forma. 

En el ocaso del fuego y la raíz y el fruto, en la constancia del cambio, la palabra del ser y el vacío, la figura momentánea de un instante irrepetible en el testimonio del tiempo, la herida que es ofrenda vuelve al equilibrio, la cicatriz decrece, ya no se puede más; alguien espera el canto, su penumbra y su luz; pero ¿Quién podrá recordar aquel lamento, aquel rastro en la piel muda, fugitiva y lacerante?


*¿Cómo fue tu encuentro con la poesía?

Fue un encuentro tardío y banal, en la necesidad propia del deseo en la primera juventud, en el anhelo de una correspondencia fallida, la casualidad de un poema apareció, pero no fue suficiente. A pesar de una ilusión rota, quedo el verso, su musicalidad, su ausencia.


*¿Con qué palabra te identificas?

Quizás con la palabra lontananza, porque lo lejano pervive como un sendero antiguo entre hojas secas.


*Al momento de escribir, ¿cómo es tu proceso creativo, sigues alguna metodología, creas un ambiente específico para ese momento?

A veces se da forma inesperada, en la observación de algo no previsto, en un diálogo, en una palabra hiriente, en una palabra de consuelo. Luego viene la necesidad de corregir, criticar, suprimir o dejar pasar. Luego de toda esta insistencia, resultan los textos escogidos para una posible publicación, que conduce a una revaloración, en general proveniente de lectores externos que, al emitir sus juicios, ofrecen un aval o rechazo para su edición final. 

Respecto a los ambientes, lo prioritario reside en el silencio y la soledad, aun cuando el lugar, a veces, ha sido tumultuoso y agreste, puede o ha podido sobrevenir alguna palabra o serie de palabras encadenadas a una sensación o sentimiento.


*¿Para qué la poesía?

Para escuchar el torrente cíclico del tiempo, para no desatender el grito de los seres en su unidad compartida, como todo lo que llega, sueña y se va. Para recobrar lo perdido, para que los muertos no pierdan su remota voz; para destituir la desolación incurable del sujeto ensimismado, trivial y arrogante; para hallar consuelo en la extrañeza e indeterminación de este mundo.


*¿Hacia dónde va la poesía?

Tal vez los tiempos para la escritura poética serán favorables, en tanto ahora crece la adversidad, la incertidumbre y el dolor; pero lo que es propicio para el canto, tal vez no de lugar para su escucha, en tanto que su excesiva aparición se vea anclada a un yo que se ha deificado a sí mismo. Tiempos para decir, más no para escuchar y callar. 

Pero el dolor crece y crece, mientras lo inesperado tiene su voz profunda y duradera; lo que es puñal y herida tiene, tendrá su largo turno, y quizás ese yo banal, egocéntrico, hipócrita, avaro y superficial, decaerá, y con ello su canto anónimo, su señal muda, su propensión a degradar todo lo que le rodea.


*¿Cómo la poesía puede incidir en la formación de una persona y de una sociedad?

La poesía es testimonio de la historia, señal del devenir en un pueblo que busca forjar su identidad, su sendero hacia la permanencia. Pero el retrato frio, calculado, no siempre cala en la memoria. Los pueblos cantan su pasado para hacerle frente al olvido de su propio mundo . La palabra que se canta es la señal de un abandono, es lo que no se puede olvidar, aún cuando se haya perdido por completo.

La poesía forja un ser de ventanas abiertas, un ser a la espera, un ser que no puede dar la espalda a la ausencia, a no ser que sea la ofrenda diaria para sí mismo. La poesía forja la ruta densa de lo que retorna a la tierra.


*¿Cómo ha sido tu tiempo de cuarentena?

Ha sido un tiempo de incertidumbre y extrañeza, como la sensación repentina de una tragedia remota que ahora hace pensar, que en cualquier momento moriremos, en cualquier momento se borrarán nuestros esfuerzos, nuestros sueños de trascendencia. Vivir en el temor de perder todo lo que amamos, todo aquello a lo que nos aferramos y viaja al “valle del silencio”, todo aquello, más allá de nosotros, nada nuestro, salvo el temor, huye, en encierro,en soledad hacia “el valle del silencio”


*Recientemente fuiste uno de los poetas invitados al 3er Festival de Poesía de Neiva, cuéntanos un poco sobre esa experiencia.

Al principio pensé que no era cierto (¡qué estremecimiento, qué temor!), luego me pregunté ¿Y qué voy a decir? Sentí vergüenza, un poco de ira y otra vez temor. El día de arrojarse al abismo, entera la desesperación que se oculta en el decir de cosas fallidas e inciertas; el temor cada vez más profundo, la culpa por suponer una falla, un decir fallido y triste. Luego de caer una sensación de herida rota y trayecto concluido. Hora de cerrar puertas y ventanas, hora de una alegría extraña, de una gratitud eterna, de aquella gratitud de recibir un don no merecido, del canto que emerge en los que celebran el tiempo en la remota estancia de un trance final. 


Filamentos Y RUPTURAS 
(selección de poemas) 



SELFIE

Recuerda que todo lo que importa ahora
es demostrar cuánto te amas a ti mismo/
cuán feliz eres/ cuán joven/ cuán esbelto
o esbelta/ cuán deseable eres.

Pero/ ya que no hay belleza sin fealdad/
que admiren tu lengua sin las manchas del café,
pero no tan afuera, ni tan adentro como para
perder toda tu originalidad/
porque/ al fin y al cabo, de lo que se trata
esta subasta es de demostrar cuánto
te amas a ti mismo/ cuán único eres/
cuán pleno y admirable/
cuán solo/ cuán desesperado estás/

Sin embargo/ si aún insistes en preservar
tus máscaras/ recuerda que/ cuanto más bello
el afuera/ mayor la podredumbre por dentro/
recuérdalo y luego captura tu ser a plena luz/
cada vez será peor...



LOS CONOCEDORES

Dicen saber el camino,
el método infalible para aproximarse
a la certeza final,
dicen reconocer los resquicios
las excepciones y los atajos,
dicen saber lo que se puede
y no se puede hacer
mientras discurren y discurren
(con palabras de otros),
sobre lo que sucede aquí o allá,
sobre lo que es el bien y el mal
la vida y la muerte
la belleza y la fealdad
las causas y los efectos
la mentira y la verdad.

Pero todo se les escapa al definirlo todo,
y nada sale ni entra de sus
conceptos que son madera maleable,
pues se les puede torcer de tal modo
que circulen/ seriamente/ por este lodazal
de cifras y cuentas bancarias, o pueden
decaer en el en sí de las cosas, quebradas
por un pasado y un presente no resueltos,
o en una conclusión indiscutible que no los
aleje tanto de un puesto o un bien de consumo.

Ah, qué minúsculos estos conocedores del fango,
con el cuchillo de sus palabras rebuscadas
cortándoles las manos/ y la cabeza...


SEDACIÓN

Unas cuantas gotas para

un cuerpo herido.

Lo que cura, a veces mata...



SOBRE LO PERMANENTE

                                                                                                     (a Lina) 

Debe,

debería perdurar el olor

a madera del café

al final de la tarde,

la carne blanda en el

plato del moribundo,

los gestos, los trazos del 

agua en la calle del muladar.


Debería durar lo que está debajo

del vestido, lo que está debajo de 

la piel y de los huesos, porque

si una sustancia desaparece,

si se esfuman el tú, el yo, el nosotros

y todo en sí, para sí o por sí mismo, 

entonces, y a pesar de esta falsa conclusión,

deberías sumar otro instante conmigo,

ya que dejo de permanecer

ya que dejo de ser lo que fui

lo que soy y no soy

lo que aún no serás ni seremos...



LO ABSOLUTO

¿Habrá un algo sin limitaciones,

sin un antes y un después?


O más bien ¿lo que no tiene origen

ni mancha termina reducido a 

cántaro roto o agua vacía?


¿O acaso lo que parece definitivo

espera contar, a modo de farsa,

con un solo refugio?


¿O no será que lo absoluto es lo efímero,

lo que se diluye como cualquier elemento,

lo que da la espalda y se ríe de su exégeta?


Así que, si crees haber encontrado la

verdad última, el mayor sustrato de 

todos los trasfondos, revisa a ver si no se

trata de otra máscara que gira y gira

con pies de plomo o arcilla; 

descubre si no eres más que un triste 

escudero que encubre lo relativo

con lo falso, lo fundamental con un

cuchillo y un cercado, lo primero

con lo último, y al revés


Y mira si al final de todo aquel penoso proceso

no te has convertido en el primer guardián

de un mal sueño que el mundo se encargará 

de defecar en el lodo, a primera luz del día...



***


AÑORANZA


                                                                      (a Yosa Buson)

Tempestad invisible.

¿Qué le queda al que vive solo?

Volver al pasado, volver…


                                                            Carlos Eduardo García Gil

martes, 3 de noviembre de 2020

La persistencia de las lágrimas. Sergio Antonio Chiappe Riaño

 



Pensemos en un árbol; en un árbol fuerte que se levanta bajo el sol. Ahora pensemos en las raíces de aquel árbol: profundas, sedientas, navegando en la oscuridad de la tierra. Ahora imaginemos su luz, la luz más grande, una luz circular que envuelve su entorno, su follaje. Por último, pensemos en el viento, un viento nocturno que se trepa en la corteza y quisiera derribarla. Todo el árbol, toda esta imagen de vida y asombro es la poesía de Sergio Chiappe. Su obra se ha erigido en la fuerza vital del lenguaje, en su honestidad. Su poesía piensa, reflexiona, se aferra; es la transición entre vida y tiempo, entre luz y ausencia. Su poesía es un canto del silencio. 

                                                                                                                             Felipe Donoso Suárez 



La persistencia de las lágrimas; Sergio Antonio Chiappe Riaño; Edición Cartonera/La Sociedad Perdida; Colección En llamas; Pasto, Colombia, 2020. Libro impreso y elaborado manualmente como una obra en serie. El tiraje es de 100 ejemplares y cada uno tiene su propio diseño de portada, elaboradas por el pintor Fabián Paz. 


La persistencia de las lágrimas es un poemario divido en tres momentos. El primero, el más extenso, abre con un poema sobre el temor irracional que representa la sociedad actual vista desde la óptica del poeta, este temor va desencadenando diversas presencias de la soledad, unas lejanas, otras más íntimas y personales. El segundo momento es un canto a la esperanza y el tercero ofrece la redención a través del invaluable amor que entraña un recuerdo. 



La persistencia de las lágrimas 

Colección/En llamas 

Primera Edición/2020

Edición Cartonera/La Sociedad Perdida

Pasto, Colombia



Colombo fobia


Tengo miedo a ese canto de muertos

que ronda mi casa.


trazan círculos erráticos,

aletean en las cornisas,

picotean las ventanas 


zurean mi nombre,

conjuran mis culpas.


Tengo miedo a ese canto de muertos:

aquelarre de palomas a las puertas de mi casa.

Lastimero tañido de campanas. 




Herrumbre

Como piezas de hierro 
que carcome la herrumbre, 
así la maleza crece 
entre los huesos

así se detiene un viejo reloj de cuerda.

El tiempo se desprende
y cae 
como hojas de las ramas.

Así la vida 
se desvanece entre lluvias.

Así volvemos a la muerte. 




Reencuentro


Volveremos a encontrarnos,

llegarás con tus manos

untadas de sal


llegaré con el tiempo justo

para ofrecerte las heridas de mi cuerpo,

las flores que coseché a lo largo de la vida.




Tu cuerpo caminito de termitas

Conozco tu cuerpo,
cada fisura, 
cada pequeña sombra.

tu cuerpo mar:
100 velas desplegadas,
las lunas de todo un siglo.

tu cuerpo tierra:
canto de maderos,
aire de ocarinas.

Tu cuerpo en mi cuerpo 
descontando instantes,
depurando memorias:

perfecto salón de espejos. 

Tu cuerpo caminito de termitas,  
renovándose en el tiempo
y el tiempo pendulando imperturbable.

Tu cuerpo, las lunas de todo un siglo. 


El fuego se va apagando


El fuego se va apagando

hasta volverse humo.


Los sillones conservan 

el peso de las almas

que se fueron con la lluvia.


La escalera cruje 

añorando la edad de las risas, 

a el barandal lo cubre 

el mohoso manto del olvido. 


La casa retumba 

con el macizo silencio de la niebla.

El viento silba en las hendiduras de la nostalgia. 



La lluvia persigue gorriones

Dime si la lluvia aún persigue gorriones,
sí llora sobre los cuerpos de
pequeños ángeles desnudos.

Dime si debo esperarla 
detrás de una ventana
como cuando era niño

o voy a su encuentro
con el alma acunada entre las manos.



La niña

La sacaron de su casa humilde,
de su cama dura,
de su patio de tierra seca.

Deshojaron sus sueños.

Suplicó la muerte
pero la muerte 
no atiende suplicas. 

En la casa humilde,
sobre la cama dura
una mujer anciana palpa el vacío

buscando los brazos de su hija.

Afuera el patio,
la tierra seca,
los días oscuros. 



De noche

De noche puedo escuchar el corazón de los peces,
el batir de alas de pájaros errantes,
el silbo del viento en habitaciones vacías.

De noche puedo ver a mis muertos asomarse
por los resquicios de la niebla.
Traen entre las manos flores mustias.

La noche canta con otros acordes,
ella tiene su propio dios.



Alguien que viene de lejos

Colecciono flores yertas.
Alguien que viene de lejos enciende una lámpara
y baja a los abismos.

Yo estoy allí 
acurrucado en el oscuro vientre de la noche.

Estoy allí 
y el viento aúlla dolorosamente.

Alguien que viene de lejos me trae de regalo 
una migaja de fe.

Me aferro a su mano
e intento la vida
que todos dan por hecha.




Sergio Antonio Chiappe Riaño
Bogotá, Colombia, 1972


Sergio Antonio Chiappe Riaño (Bogotá, Colombia, 1972). Tecnólogo Químico, poeta y gestor cultural, coordina el blog de poesía Claroscuro. Actualmente reside en la ciudad de Neiva. 

Poemas suyos hacen parte de diversas antologías tanto virtuales como impresas publicadas en Colombia, España, Perú e Islas Canarias.  Ha participado en varios encuentros literarios realizados en Colombia. Algunos de sus poemas han sido traducidos al portugués y al italiano.

Ha publicado dos poemarios; El árbol de los ahorcados (Rosa Blindada Ediciones, 2017), y recientemente La persistencia de las lágrimas (La Sociedad Perdida, 2020). En el año 2018 en Lima, Perú su primer libro fue distinguido con el Fajín de Oro otorgado por la Revista Cultural Olandina. 

La poesía de Sergio Antonio se caracteriza por el manejo de un lenguaje sencillo y decantado, en sus trabajos se evidencia la creación de una voz poética cuya unidad temática se va descubriendo a la luz de una atmósfera nostálgica e introspectiva.