Espacio ritual, cuerpo forjado por el agua, devorado por el viento, ofrendado al hambre de la noche.
Sombras conjugadas en el río, flores incandescentes surgiendo entre las grietas.
Bienvenido Francisco Bárcenas a Claroscuro.
Francisco Bárcenas Feria, 1997. Nacido en Montería- Córdoba.
Poeta. Integrante del Grupo Literario Manuel Zapata Olivella de la Universidad de Córdoba. Poemas suyos han sido publicados como textos representativos en la Antología de 2017 Relata. Ganador del primer puesto del 4° concurso regional mesa de Jóvenes Jorge García Usta 2018 de PoeMaRío en Barranquilla. Tiene el poemario inédito: Cuando el agua desvanece al hombre.
*¿Quién es Francisco Bárcenas Feria?
Preguntarme quién soy me ha conducido frente a un espejo para reconocer que soy más que un cuerpo. Soy una búsqueda y estoy perdido en ella. A mi edad, y con cualquier edad, sería un error asegurar que soy alguien o algo. Mi nombre y mi cuerpo ocupan un espacio en este mundo, pero más allá de eso, hay un hueco que también soy, y un cambio. Entonces soy una esquina, esa calle bulliciosa, esa palabra con la que amanezco y florezco. La impermanencia.
*¿Qué es poesía?
La poesía es la vida, que lo es todo. Se ha dicho tanto de la poesía que parece que se escapara de los sentidos. La poesía es la muerte, una mosca que trae al poema, una revelación del mundo. Todo lo que ocurre en nosotros y con nosotros es la poesía, por eso la sé tan mía y de todos. Por eso me gusta traer al gran Whichy, poeta cubano, a esta respuesta, “La poesía empieza en todas partes / y termina siempre en los papeles”.
*¿Cómo defines tu poesía o voz poética?
Me gustaría decir que mi voz poética es una transgresión, un robo a mi vida onírica, y un ancla a mi infancia. Todo eso conjugado para parir el poema.
*¿Con qué palabra te identificas?
Transgresión. En estos momentos de mi vida, un poema que remueve y revuelque mis valores éticos y estéticos con el lenguaje, me identifica.
*¿Qué buscas y qué has encontrado en la poesía?
Hallar no es fácil, se necesita estar alerta con todos los sentidos. En el camino del lenguaje y su correspondencia con mi voz, he encontrado una forma de comunicar las obsesiones de mi cuerpo, que no son sino una forma de sanar. He encontrado las formas de decir, que ni siquiera hubiera imaginado en la oralidad. El gran hallazgo he sido yo. Cuando entendí el valor de la poesía en mi vida, hallé un sentido a lo que le había puesto un velo en la cotidianidad. La poesía fue mi forma de acceder a la realidad que me pasmaba. Busco una correspondencia con mi ser en la poesía, la busco y creo que está en la calle conjugada con mi interior. Jugando a que escribo revelaciones.
He encontrado amigos, que son hermanos, con lo que puedo extenderme, además.
*¿Hacia dónde va la poesía?
La poesía no va hacía ningún lugar, la poesía es la impermanencia que está en la calle gritándonos con signos, voces y muertes. Está ahí, la poesía, al lado de nosotros.
La carne conversa con los sueños del río
El río muerde las preguntas que conjura la carne
con la sangre consumida por hormigas de fuego.
El río abre su boca
y se traga muerto por muerto los sueños del hombre.
las aguas se preguntan cómo ahogar de fuego los deseos del hambre.
Trabajar para nada
Escribir poemas amarillos
y regurgitar en la madrugada de los sueños que sangran.
Romper el sueño
y culpar a la necesidad viva de juntar la carne
con el misterio de la carne desaparecida.
Los dioses ríen y la soga liquida insiste en cortar la garganta
desde el lado izquierdo del corazón.
Los viajeros escupen el río
y Dios escribe, con saliva, sus muertes
en el libro de la vida.
Los cuerpos con carne de agua
atraviesan el país por el Magdalena.
Yo escucho un silbido en la orilla del río:
es la música del bosque en boca de los muertos.
También escucho a la vida que no descansa:
dice que la muerte llega todos los días
a decir que todo está bien,
que Dios feliz escribe sangre
en su libro de la vida.
Allí donde huele a mierda, huele a ser
Antonin Artaud
o con el país a punto de explotar en mi vientre.
Explorar la minúscula tripa, que es un brazo del río,
y sentir toda la presión en mi estómago
y correr a sentarme en una silla de fuego
a cagar la hormiga rebelde
y lidiar con su mierda,
como Sísifo con su piedra,
que es mi propia mierda
que no baja ni con siete baldes de agua
en el inodoro de una habitación barata.
Muerte al hijo
Sueño que ardo en la boca de dos perros enviados por mi padre
todos los perros han sido enviados al mundo por mi carne
reconozco en sus miradas el deseo de arrojarse a mí.
Sueño que mi padre me persigue
porque mi vida le pertenece.
Despierto y mi hermana dice con insistencia
que vivo en la boca de mi padre
que pregunta por mis quehaceres que le interesa mi rutina.
Yo me pregunto entonces:
¿En qué parte del poema empiezo a separar mi sueño de su boca?
¿En qué vida mi padre me disparó en la boca para ocultarse de mí?
Labor de lavar el hambre de casa
yo limpio mi casa
de atrás para adelante
cuando voy por la mitad
dejo de limpiar
y escribo un poco
Legna Rodríguez Iglesias
Labor de quitar signos de ropa usada:
días rotos en el cuerpo
caderas oxidadas por el capital
cuerpos derretidos dentro del paisaje
mentes quebradas por el sol
pantalones-ultra-ajustados a pesar del sudor en los muslos.
nunca contemplar
siempre esconderse del sol
siempre crear en el centro de la historia una voz precipitada
para mantenerse ocupado
para crecer en una mentira florida
nunca mirar el deterioro del río
mejor calentar el hambre de casa
y escribirla en porciones de llanto.
Hora: 9:54pm
ResponderBorrar26- 01-2020
Cada una de las anteriores letras dispararon justo en mi córneaestás como aguja cosieron en mi mente distintas frases que irrumpieron en mi corazón querido amigo de pelo Crespo gracias por cada una de estas palabras que sí mucha fatiga y sin mucha rima despiertan curiosidad y alegran el alma.
Excelente.
ResponderBorrarMe encanta 😍
ResponderBorrarMe encanta 😍
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